Cien días es el plazo de gracia que se da tradicionalmente a los partidos o coaliciones que llegan al Gobierno tras cuatro años fuera de los despachos de poder. Lejos de ser un periodo tranquilo, la Marea Atlántica -que, salvo sorpresa mayúscula, liderará a partir del sábado el nuevo Ejecutivo- vivirá sus trece primeras semanas en María Pita con especial intensidad. O al menos a eso han comprometido en su contrato con los ciudadanos antes de las elecciones.

La candidatura de Xulio Ferreiro, que ha quedado a 28 votos del PP, la fuerza más votada el pasado 24 de mayo, anunció durante la campaña un plan de choque de 25 medidas para aplicar en los cien primeros días de mandato. Esta lista de compromisos ha pasado a convertirse en la hoja de ruta del nuevo Gobierno municipal.

La primera medida, que se llevará a cabo el primer lunes tras la toma de posesión, será la publicación en la web municipal de las declaraciones de bienes e IRPF de los miembros del Gobierno así como los datos del inventario y arqueo de caja, es decir, exponer todos los bienes de los que el Concello es titular y aclarar con que cantidad de dinero en efectivo se cuenta.

Además de la ya anunciada reducción de los costes del Gobierno local -prometen que ningún miembro cobrará más de 40.000 euros brutos anuales con el fin de rebajar el gasto un 50%-, fuentes de la Marea señalan como sus cuatro prioridades iniciales el desarrollo del nuevo Reglamento Orgánico Municipal (ROM) para abrir nuevos mecanismos de participación ciudadana como el turno de intervención en los plenos, la creación de una renta social municipal de entre 400 y 700 euros para 1.200 familias en exclusión, el análisis de los expedientes de contratación pendientes de resolución, y "comenzar a trabajar" en políticas que garanticen el derecho a la vivienda y la paralización de los desahucios.

Fuentes del futuro Ejecutivo, con todo, continúan a la espera de conocer los informes de la concejalías que el alcalde en funciones, Carlos Negreira, prometió entregar el jueves, pero a los que todavía no han acceso, para concretar más detalles y plazos de estas medidas.

Más allá de esto, el concepto del "gobierno con sentidiño" que defiende el futuro alcalde, Xulio Ferreiro, incluye una auditoría y renegociación de la deuda municipal, la publicación de todos los contratos municipales, la entrada de la oposición en las mesas de contratación o la auditoría de las concesiones municipales, como la de la planta de Nostián, y de los convenios firmados con la Autoridad Portuaria, haciendo especial hincapié en el de las obras del túnel de la Marina.

La aprobación de un Plan de Empleo Municipal en los cien primeros días también es uno de los objetivos marcados. La idea es desarrollarlo "en coordinación" con la Xunta y diferentes agentes sociales de la ciudad, y "reorganizar" el Centro Municipal de Empleo, con una apuesta por la formación de su personal. El otro gran programa marco que deberá estar listo es el plan director para la erradicación de asentamientos precarios.

En materia de tributación, la batalla del agua será otro de los frentes del nuevo Gobierno. La Marea se plantea reducir la tasa de abastecimiento del agua y también aumentar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las viviendas vacías en manos de los bancos y del Sareb, mientras que se aplicarán bonificaciones a viviendas protegidas y familias numerosas.

En el área cultural, uno de los compromisos más inmediatos será suprimir cualquier apoyo a las corridas de toros así como aplicar la ley de memoria histórica y hacer desaparecer del callejero coruñés todos los nombres de personajes o hechos que homenajeen a la dictadura franquista. En septiembre de 2009, el pleno municipal acordó retirar de las calles una lista de 32 referencias al régimen elaboradas por un comité de expertos, de las cuales un 70% no han sido alteradas.

El que será responsable de la concejalía de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, también tendrá un intenso trabajo desde el inicio. En lo que a modificaciones del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) se refiere, el nuevo Gobierno prevé realizar en los 100 primeros días modificaciones concretas en el área del puerto interior para usar los terrenos para uso público dotacional; en el parque ofimático, para reordenar el sistema de accesos y paralizar nuevos desahucios; y en el parque de Bens, para impedir la ubicación prevista actualmente para el Museo del Automóvil.