Se sabe el año de fabricación de las pelotas de gomas por su color, fueron amarillas, grises y ahora tiran al verde, los escudos que cubren a los agentes de la Unidad de Intervención Policial, más conocidos como antidisturbios, han evolucionado también en estos 25 años de vida, así que, han pasado de ser redondos a rectangulares y mucho más grandes. Los cascos incorporan una cámara de vídeo, que graba las intervenciones y pesan casi dos kilos. "Hay que entrenar el cuello, como los pilotos de Fórmula 1", bromeaban ayer los funcionarios, en la que fue la inauguración de la exposición que repasa las actuaciones de esta unidad desde su fundación.

En la planta baja de la Fundación Abanca se pueden ver desde ayer y hasta el 15 de junio algunas fotografías de las intervenciones de los antidisturbios, así como material que ya ha quedado desfasado de su día a día, como los primeros teléfonos móviles. Hay botes de humo y un kit de salvamento en el mar, que se habilitó en los coches policiales a partir de la tragedia del Orzán.