"Estoy donde tengo que estar", dijo ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, en el que fue su primer acto oficial como regidor municipal. Lo dijo ante el monolito que hay desde 2011 en honor a la matemática María Wonenburger, en el parque de Santa Margarita. Allí, amigos y familiares se reunieron para recordarla cuando se cumple un año de su muerte. Se refería Ferreiro a que había preferido asistir a ese acto que al de la ofrenda de las ciudades del Antiguo Reino de Galicia, en Lugo, por tener un componente religioso. Ante el monolito quedaron flores recogidas de la finca de Wonenburger por su sobrina Ana María y su amiga Ana Fraga y la partitura de la canción Os teus ollos, que tanto le gustaba a la investigadora coruñesa, a esa mujer "rebelde" que desafió a las leyes establecidas para su futuro. La profesora Ana Tarrío recordó su "ejemplo", pero también su "sonrisa escandalosa", que lo llenaba todo.