El director del Coliseum, Javier Rodríguez, afirmó que el espacio está "cumpliendo la hoja de ruta" marcada por sus responsables en cuanto a seguridad, después de que un informe técnico encargado en 2013 pero que trascendió el pasado mes de febrero pusiera en cuestión su capacidad para albergar un gran aforo de forma segura. Las reformas acometidas le permitirán abrir con seguridad tras el verano y con un aforo de 10.000 butacas.

Durante la presentación de los conciertos de pop de este verano, Rodríguez recalcó que el Coliseum realizó una "primera actuación de emergencia" antes del concierto de Joaquín Sabina del pasado mes de marzoconcierto Joaquín Sabina, y que desde entonces se ha trabajado en métodos de seguridad tanto activa -referente a los medios humanos- como pasiva -respecto a las estructuras-.

Actualmente el recinto está "a punto" de recibir un informe para aumentar su capacidad, restringida a 8.500 personas debido a un "exceso de celo en alguna de las medidas" y recuperar en otoño un número de butacas de "cinco cifras" con "total y absoluto cumplimiento" de la normativa de seguridad. El aumento de aforo servirá para ofrecer una reducción del precio de las entradas en los eventos, avanzó Rodríguez.

Actualmente el Coliseum cuenta con medidas de seguridad activa "por encima de las que serían preceptivas", según explica su director, que obligan a reunir en los principales conciertos un personal de 180 personas y que podrían reducirse a 100 o 120 con medidas pasivas. Rodríguez calcula que este año el recinto podrá llegar a los 250.000 visitantes y que los cuatro grandes conciertos de "pop comercial" de este verano, Pablo Alborán, Sting, Alejandro Sanz y Maná, sumarán 30.000 asistentes. El director añadió que el Coliseum acogerá otras "dos grandes actuaciones" de corte family show o gran espectáculo después de las de Les Luthiers en octubre, sin concretar por el momento nombres.