El plan de movilidad que afectó a los barrios de Agra do Orzán, Sagrada Familia y Os Mallos ha cumplido tres meses. Esta iniciativa del gobierno local planteó, entre otras medidas, la transformación de los barrios en zonas 30, el desplazamiento de mobiliario urbano para mejorar la visibilidad y la proyección de cinco kilómetros de itinerarios para bicicletas que comparten calzada con los coches. Bajo este plan las vías perimetrales como las rondas de Outeiro y Nelle, mantendrían su límite de velocidad en los 50 kilómetros por hora, al igual que en las otras vías principales de estos distritos, como las avenidas de Finisterre y de Arteixo.
La presidenta de la asociación de vecinos de Os Mallos-Sagrada Familia-Estación, Aida Antón, declara que no ha notado cambios "en absoluto". Explica que en la calle Ángel Senra, los coches "continúan pasando en todas las direcciones", aunque reconoce que se trata de una opinión personal, ya que en la asociación no han hablado del tema. Cree que eso "muestra que nadie ha notado ningún cambio significativo". Antón lamenta que esta sea "una de tantas cosas que ahí se quedan, como la peatonalización de la zona", destaca que las "bicis siguen yendo por la acera" y que el proyecto de itinerarios para los ciclistas "ha caído en el olvido". Espera que las cosas cambien con la nueva Corporación, aunque con paciencia. "Es un momento de cambio de gobierno", insiste.
La presidenta de la asociación de vecinos de O Ventorrillo, Rosa Barreiro, ve cambios en la movilidad. "Está funcionando muy bien", asegura. La creación de las zonas 30 permite que el barrio "sea realmente para los peatones", y explica que en la zona de Monasterio de Caaveiro, en la que hubo un par de atropellos, el problema "ha mejorado con la reducción". Desde la asociación reclaman más carril bici y la construcción de la senda verde que unifique el barrio con Bens.
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Los responsables de la asociación de vecinos Sagrada Familia Paternidad explican que el número de pasos de peatones ha aumentado. Opinan que con la Zona 30 "están bien". La asociación destaca que el barrio es "mucho más cómodo para la gente mayor" y que hubo una reducción de los accidentes.
El presidente de la asociación de vecinos del Agra do Orzán, Ricardo Seixo, explica que la antigua Corporación "non contó coa asociación para nada". Seixo declara no poder hacer una valoración del plan de movilidad, ya que "está en marcha desde hace poco", pero afirma que "todo lo que sea facilitar la vida del peatón es bueno". Seixo critica la implantación de semáforos en la calle Barcelona en este plan y los considera un "gasto innecesario". La asociación defiende que la creación de un carril bici "no se pode improvisar de la noche a la mañana" y que el anterior gobierno lo incluyó en el proyecto al empezar las elecciones.
Jeanne Picard, de Stop Accidentes, valora la reducción de velocidad. "Es un plan muy bienvenido y necesario en muchos barrios", apunta, aunque cree que hay que tomar otras medidas como "la ampliación de aceras y las infraestructuras, y reductores de velocidad". Picard sostiene que la reducción de velocidad permite que "el ciclista se sienta más seguro en la vía".
