La reunión mantenida el pasado miércoles por el conselleiro de Educación e Ordenación Universitaria con los tres rectores gallegos para abordar la financiación que se concederá a las universidades desde el próximo año hasta 2020 generó una buena noticia para A Coruña. En ese nuevo plan financiero ya no figurarán los llamados criterios históricos, mediante los que Santiago recibía un mayor volumen de fondos por tratarse de la institución académica más antigua.

La desaparición de este criterio fue acogida con satisfacción por el rectorado coruñés, que tradicionalmente reclamaba su supresión al considerar que no se basaba en datos objetivos. La cantidad que la Xunta reservaba para repartir entre las tres universidades mediante esta fórmula concedía el 43% de la suma total a Santiago, mientras que Vigo recibía el 30% y A Coruña el 27%. Los responsables de la institución coruñesa han aludido siempre a la existencia de un déficit histórico de financiación que partiría desde la segregación de los campus llevada a cabo en 1990 y que a su juicio no se ha corregido hasta el momento. El incremento de los recursos anunciado ahora por la Xunta y la vinculación de un mayor porcentaje a los resultados académicos, en principio un 33,4% y un 40% en 2020, favorecerán también los intereses de A Coruña, a la vista de su producción científica.