La francesa Chloé Cruchaudet es autora de la novela gráfica Degenerado, sobre un desertor de la Primera Guerra Mundial que se convierte en travestido con ayuda de su mujer. Ofrece una charla este sábado a las 18.30 horas en el Kiosco Alfonso como parte del Viñetas desde o Atlántico.

-¿Cómo descubrió la historia?

-En un libro de dos investigadores universitarios. Trabajar y documentarme con ellos me permitió hacer preguntas muy precisas. Tuve acceso a los papeles del proceso que se siguió contra los protagonistas. Vi fotos, cartas?

-¿Por qué le interesa la Gran Guerra?

-Marcó un cambio en la sociedad. En ella el hombre se enfrentó a la máquina, y todo el coraje del soldado no pudo nada ante el cañón y el gas. Puso en cuestión los sentimientos de patriotismo, virilidad, fe en el hombre. Y creó una generación de hombres depresivos.

-Degenerado

-Es un cliché, pero tras ver la muerte afloró un deseo de vivir más intensamente. Hubo ansias de vivir más intensamente, más vida social, la sexualidad... En París hubo mezcla de clases. El Bois de Boulogne, hoy un lugar de prostitución, era un lugar de encuentros y de libertad.

-¿Cómo trató la virilidad?

-No tengo problemas de virilidad, personalmente (ríe). Pero intenté imaginarme el sentimiento de un hombre en la Primera Guerra Mundial, cómo tenía que demostrar su fuerza, representar a su patria? Y, una vez que llega a las trincheras y ve la realidad, cómo experimenta esa pérdida.

-La pareja protagonista tiene una relación tóxica.

-La motivación fue explorar la psicología de la pareja, y enseñar la evolución de su relación, que está totalmente imbricada. A lo largo del libro hay escenas de baile. En la primera hay un equilibrio. En la siguiente, ese equilibrio ya no se encuentra. Uno pisa al otro?

-En varias obras habla de temas de actualidad, con ambientación histórica.

-No me interesa la actualidad, sino que son cuestiones personales que llevan a elegir el escenario. La gran cuestión existencial que me planteo es la de qué es innato en el ser humano y qué es adquirido, como en el caso del protagonista de Degenerado y su género. Tampoco sería desnaturalizarse; la naturaleza igual no es real, sino que depende del contexto en el que naces o vives. La ultrafemineidad y la ultramasculinidad son para mí igualmente ridículos.

-Actualmente, hay un debate en Francia acerca de la identidad.

-Me interesa, y es un tema candente en Francia. Pero no entiendo el patriotismo . Tengo igual empatía con alguien que viva en Nepal o en el mismo pueblo que yo si no los conozco. En Francia es que los que apelan a la identidad nacional hablan para la extrema derecha. Sí que hay cosas que unen a la nación francesa, como la tolerancia y la laicidad., y hechos como Charlie Hebdo.

-¿Qué papel tiene el dibujante?

-Hay la idea de que un libro puede cambiar el mundo; algo a lo que yo aspiro, per sé que es una ilusión.

-Dice que esta es su obra más caótica. Picassodijo que tuvo que aprender a pintar como un niño.

-Me siento exactamente igual, en el sentido de desaprender lo que he aprendido. Pero siendo completamente consciente de lo que se ha aprendido, es necesario pasar por el aprendizaje para poder hacer otra cosa. Es como comer y digerir.