El atractivo de la plaza de Lugo y las calles de su entorno, que aumentó en los últimos años tras la remodelación del mercado municipal, se ha consolidado a raíz del anuncio del grupo Inditex de que instalará un gran complejo comercial entre las calles Compostela y Sánchez Bregua. Pese a que la multinacional coruñesa ya disponía de un buen número de establecimientos en la zona, la expectativa generada por lo que será su edificio emblemático ha elevado los precios del suelo comercial hasta los 35 euros por metro cuadrado.

Así lo confirma Herminio Carballido, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, para quien la plaza de Lugo hoy es "la antigua calle Real", ya que no hay un solo local vacío y cuando alguno queda vacante no se pone a la venta debido a que la rentabilidad de los alquileres "es muy alta", según la estimación de este experto.

"Cada vez que un local queda vacío hay cinco o seis postulantes para alquilarlo", explica Carballido, para quien el origen de este fenómeno son los comercios de Inditex existentes en este entorno, que se acrecentó "desde que se conoció la noticia de que compraba los edificios para instalar sus tiendas". Este profesional inmobiliario detalla que su agencia se encargó de sacar al mercado un local en la zona y que las ofertas "llovieron por todos los lados", por lo que optó por adjudicárselo al candidato que ofreciera mayores garantía. Carballido pone de relieve que esta demanda no solo afecta a la plaza de Lugo, sino a todas las calles próximas, como Compostela, Ferrol, Teresa Herrera, Betanzos o Padre Feijóo, en las que considera que los locales comerciales han alcanzado unos precios "alarmantes".

Pero la pujanza de esta parte de la ciudad contrasta con la situación del resto, ya que Carballido califica de "testimonial" la recuperación del mercado inmobiliario, tanto en viviendas como en locales comerciales. Solo las calles Real y San Andrés se han recuperado del declive sufrido hace unos años gracias a la reducción del precio de los alquileres, aunque el resto de zonas siguen padeciendo los efectos de la crisis, que motivó el cierre de numerosos establecimientos.

A juicio del presidente de los agentes inmobiliarios, en el mercado de vivienda "solo hay un poco más de movimiento" que en la fase más aguda de la crisis del sector, ya que la venta de pisos nuevos es inexistente. Según Carballido, el único segmento en el que se aprecia actividad es la venta de viviendas de segunda mano, con precios de hasta 150.000 euros.

La razón de esta tendencia es que la rentabilidad que ofrecen las entidades financieras es muy baja, por lo que los inversores optan por adquirir pisos y obtener ingresos mediante alquileres, lo que genera unos beneficios más elevados. Otro segmento del mercado en el que existe movimiento son las viviendas rehabilitadas en la zona centro.