El Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE) aprobó el precio de las entradas del concierto de Alejandro Sanz en A Coruña un día antes de la celebración del concierto en el Coliseum, según hizo público ayer el ente municipal a través del Boletín Oficial de la Provincia.

Al igual que ocurrió con Sting, las entradas se pusieron a la venta meses antes de que el órgano competente, el consejo del IMCE, diese luz verde al coste de los billetes, que se empezaron a comercializar en el mes de abril sin el precio ratificado. El concierto llenó el Coliseum el 8 de agosto.

Son cuatro meses de diferencia entre ambos trámites, tres menos que en el caso del fundador de Police, cuya cita con el público coruñés fue anunciada en diciembre por el anterior Gobierno local, del PP, y el mismo día del concierto hubo que firmar hasta el contrato. El interventor cuestionó que las entradas se pusiesen a la venta sin que el órgano competente hubiese aprobado las tarifas del concierto de forma oficial. El Partido Popular justificó el retraso por tratarse de "trámites internacionales".

Esta situación de demora, en el contexto del traspaso de poderes entre PP y Marea, se volvió a dar con Alejandro Sanz, sin el agravante que casi desemboca en la cancelación del concierto de Sting, salvado in extremis por un decreto de Alcaldía. Y es que en julio, fruto de la dilación en la aprobación de la organización del nuevo Gobierno local, no estaba constituido el Consejo Rector del IMCE y no había nadie con capacidad legal para sancionar el contrato y el precio de los asientos.

El Ejecutivo del Partido Popular paró, desde el periodo electoral y hasta la investidura, todas las firmas en las áreas municipales, sin distinguir urgencia o necesidad de continuidad administrativa, incluidas actividades ya programadas como estos espectáculos. Lo hicieron, alegan, a petición de Marea, que reprochó que se sellasen acuerdos con empresas que comprometiesen gastos futuros.