La Universidade da Coruña es el único campus gallego que carece de residencia para estudiantes con plazas públicas. La Diputación y la institución académica, según fuentes del órgano supramunicipal, inician hoy los trámites para la apertura de la residencia universitaria en el Colegio Calvo Sotelo, situado en Labañou. La vicepresidenta de la Diputación, Goretti Sanmartín, y el rector de la Universidad, Xosé Luís Armesto, visitarán hoy las instalaciones.

El órgano académico, a finales de 2014, daba por hecho que había acuerdo con el Ayuntamiento para abrir la residencia en el Calvo Sotelo, al que se sumaría la Diputación como propietaria del inmueble. El pacto a tres bandas, sin embargo, se estancó el pasado mes de marzo debido a problemas en los trámites a la hora de ceder el edificio.

El acuerdo que negociaban el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad para dotar al campus coruñés de una residencia pública tomaba el ejemplo del que, con casi los mismos protagonistas, hizo posible la apertura de un alojamiento de estas características en Ferrol. En esa ciudad, la Xunta cedió un edificio, uno de los dos que componían el Centro de Menores de Soutomaior, al Ayuntamiento, que lo puso a disposición de la Universidad para la gestión de una residencia de estudiantes.

El Concello y la Diputación ya acordaron a finales del pasado mes de agosto que el colegio Calvo Sotelo sería reutilizado para hospedar a alumnos. El alcalde, Xulio Ferreiro, y el presidente del ente provincial, Valentín González Formoso, firmaron un convenio para la apertura de la residencia pública. Marea Atlántica había propuesto en su programa electoral convertir el edificio del NH Atlántico en hospedaje público para universitarios cuando finalizase la actual concesión de la instalación, en 2017, según el Concello, y en 2020, según la empresa. La iniciativa, finalmente, no se llevará a cabo. La compañía, Parisiana, manifestó hace un mes su intención de reunirse con el Concello "de inmediato" para proponerle la compra del solar o un aumento del canon anual, a cambio de una prórroga de la concesión.

El alcalde adelantó en agosto que este año podrá haber "un proyecto serio" para la residencia tras "tantos años de espera" y agradeció la "sensibilidad" del Gobierno de Formoso. Ferreiro emplazó a la propia Universidad a trabajar "de la mano" con el Ayuntamiento y la Diputación en próximas reuniones. La cita de hoy en el Calvo Sotelo será el punto de partida para iniciar los trámites para instalar en el colegio la que sería la primera residencia pública del campus coruñés, después de 25 años desde la creación de la institución académica.

Construida por la Diputación, la Residencia Hogar Calvo Sotelo se inauguró en el año 1956. Primero fue Hospicio-Hogar y después se convirtió en Colegio-Hogar, cuando abrió las puertas de la enseñanza a jóvenes de toda la provincia de A Coruña con dificultades y que querían aprender un oficio. En la actualidad, el Calvo Sotelo acoge el instituto, la imprenta de la Diputación y una residencia que no se usa de forma intensiva, pero sí para actividades como, por ejemplo, el alojamiento de escolares de excursión. El Gobierno gallego del PP desechó un plan ya elaborado y con las expropiaciones ejecutadas y pagadas en Elviña y ofreció externalizar la construcción y la gestión de las instalaciones a una empresa, una solución que rechazó la Universidade da Coruña por querer un funcionamiento absolutamente público, como sí tienen el resto de universidades de la comunidad.

Por ello, buscaron otras alternativas. La institución académica halló solución en el Ayuntamiento de Ferrol, que cedió un edificio propiedad del área de Asuntos Sociales y que, según declaró Armesto, "está funcionando muy bien, con ocupación total de las plazas y precios públicos".