El Rectorado levantará "la próxima semana" la contención del gasto corriente que había impuesto en la Universidade da Coruña a mediados de junio. Los trámites para este fin no están cerrados todavía, aunque el rector, Xosé Luís Armesto, explicó ayer que "están muy avanzados".

El desbloqueo del gasto llega antes de lo que el Rectorado había previsto, ya que había fijado su término a finales de este año. Esta decisión tenía como objetivo hacer frente al pago a proveedores en plazo, una obligación de las instituciones. Para entonces, la institución adeudaba cinco millones de euros en facturas.

El Vicerrectorado de Planificación Económica y la Gerencia de la Universidad explicaron a los decanos y directores de las facultades y las escuelas que tomaban esta decisión por el "retraso en la recepción periódica de los ingresos previstos". Gran parte de la financiación de la Universidad procede de la Xunta, aunque el Gobierno gallego negó que se produjesen estas demoras en el abono de sus plazos de financiación y atribuyó a una previsión de ingresos que no se iban a producir el desfase en las cuentas de la entidad académica.

Armesto explicó ayer que la autorización del gasto corriente que se habilitará la próxima semana se debe a que existe el "compromiso de la Administración autonómica de llegar a soluciones coyunturales de liquidez que permitan cerrar el ejercicio razonablemente".

Armesto defendió que, en la actualidad, la situación económica es "muy buena" porque la Universidad no tiene deudas aunque reconoció que tiene un "problema de liquidez y de ajuste presupuestario" motivado por las "discrepancias" con la Xunta en la aplicación del plan de financiación.

La institución constituyó una comisión de reestructuración para analizar qué posibilidades de ahorro tenía la Universidad, entre ellas, se propuso la fusión de centros para reducir los gastos de gestión. Durante este ejercicio, el Rectorado tuvo que invertir 2,3 millones de euros de remanentes de otros presupuestos para hacer frente a sus gastos.