El grupo de Biología Costera se encuentra entre los de más largo recorrido de la Universidade da Coruña, y empezó sus actividades en el año 1996. Estudia diversas características y aplicaciones relacionadas con los organismos costeros: desde métodos para evaluar la presencia de contaminantes en el ecosistema a líneas con aplicación industrial directa, como el aprovechamiento de las algas de las costas gallegas y su uso industrial.

Según explica su coordinador, el doctor Rodolfo Barreiro Lozano, una de las líneas de trabajo precede, incluso, a la creación del grupo. Se trata de la realización de un inventario de las algas marinas de las costas gallegas, cuyo estudio ha sido el "más exhaustivo" de todo el litoral español, considera Barreiro.

Pero "como también hay que hacer tenemos que hacer cosas prácticas", señala Barreiro, el gruop se dedica también a investigar los cultivos marinos con fines alimenticios. Los investigadores trabajan en sistemas de acuicultura multitróficos, esto es, en los que se combina el cultivo de algas con la cría de otros organismos aprovechables, como mejillones o diversas especies de peces.

El grupo lleva trabajando también casi veinte años en una línea de investigación relacionada con la contaminación marina. Los investigadores del grupo han desarrollado métodos para medir la presencia de contaminantes en una zona de costa a través de marcadores biológicos, es decir, observando los animales que la habitan. Un ejemplo es el TBT, el tributilo de estaño, un compuesto que tiende a acumularse en puertos y estuarios y que ha causado la extinción de algunas especies de moluscos en zonas del Mar del Norte o en la Occitania francesa. Los científicos coruñeses han observado que, en determinadas especies de caracoles marinos, las hembras se transforman en machos debido a este contaminante. En esta línea de investigación, el grupo de trabajo colabora estrechamente con el Instituto Español de Oceanografía.

Los investigadores han desarrollado también métodos para estudios ecológicos tanto de organismos puramente acuáticos como de plantas pegadas al litoral. Estos sistemas permiten hacer cálculos acerca de la presencia de determinadas especies en una zona, y su propósito es doble. Por una parte, permiten realizar investigaciones acerca de especies endémicas. Por otra, se presta a analizar la demografía de especies invasoras, como la uña de gato, para averiguar "qué está detrás de que se conviertan en invasores con éxito", según explica Barreiro.