Uno de los desayunos informativos de Nueva Economía Fórum sirvió ayer de marco para que el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, diese cuenta de sus primeros cien días en el cargo e hiciese una defensa de la línea seguida hasta el momento frente a quienes le exigen que los cambios prometidos en la gestión municipal sean instantáneos. Ante un auditorio formado por representantes de las principales empresas, asociaciones e instituciones de la ciudad y en el que no figuraba el presidente del la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, Ferreiro proclamó: "La ciudadanía es consciente de que las cosas no se arreglan en un día".

Pero también aseguró que su gobierno consiguió "cambiar ciertas formas desde el primer día", como la asistencia de las autoridades municipales a los actos religiosos, aplicada al día siguiente de tomar posesión. Para ilustrar la dificultad del cambio de las políticas municipales, el alcalde comparó la ciudad con un petrolero como el Prestige, del que dijo que "lleva un rumbo con una inercia que no se cambia en un día", por lo que avanzó que las iniciativas que se pongan en marcha "tendrán fruto en el medio y largo plazo".

Ferreiro se mostró convencido además de que Marea Atlántica ha conseguido con su gestión "mantener la ilusión de la gente" a pesar de las dificultades surgidas para aplicar su programadificultades y destacó que en los poco más de tres meses de estancia en María Pita ha mantenido "más de 500 citas y entrevistas". "Una de las frases que más escucho es que nunca estuvo aquí un alcalde o que nunca fui recibido por un alcalde", comentó sobre estas reuniones, acerca de las que además aclaró que el Gobierno local no sustituyó a los interlocutores, sino que amplió el número de los que existían hasta su llegada al poder.

La diferencia con sus antecesores fue también uno de los aspectos remarcados por Ferreiro, para quien los concejales de Marea Atlántica llegaron al Concello "con la mochila vacía" porque no tienen "compromisos" con poderes económicos o sociales y carecen de una "agenda oculta".

El nuevo espíritu que según el regidor se vive en la administración municipal se traduce en que muchos funcionarios "se acercan para decir que ahora se respira mejor", mientras que entre la ciudadanía se ha conseguido "generar interés en la política", para lo que se apoyó en el dato de que el último pleno municipal fue seguido por más de 12.000 personas en directo a través de internet al ser transmitido por streaming desde el Ayuntamiento.

"Hoy se habla de A Coruña como motor del cambio", manifestó acerca del papel que juega la ciudad en el contexto de la renovación ocurrida en numerosos ayuntamientos españoles y sobre las políticas puestas en marcha, que revelan que "se puede hacer más de lo que nos querían hacer creer".

Ferreiro recordó que el programa electoral de Marea Atlántica contenía 99 medidas para transformar la realidad coruñesa, de las que 25 debían aplicarse en los cien primeros días de gobierno. Según sus cálculos, "más de la mitad" han sido ya cumplidas, mientras que otras comenzarán a ser una realidad en las próximas semanas. Entre las ya aplicadas, mencionó la separación entre la política y la religión, la supresión de la feria taurina, la limitación salarial de la Corporación, la transparencia en los ingresos de los concejales, la presencia de la oposición en los órganos colegiados y empresas públicas, la auditoría de las concesiones municipales, la paralización de los desahucios bancarios y la asistencia a los promovidos por propietarios individuales, el fomento del pequeño comercio, la revisión de los acuerdos urbanísticos de Someso, la exigencia de cesión de los terrenos de La Marina y la defensa de la revisión del acuerdo con Fomento sobre la urbanización de los muelles.

Las novedades que según Ferreiro se materializarán en las próximas semanas serán el Plan Municipal de Empleo, que se presentará el próximo lunes; el borrador de la Renta Social Municipal, que se dará a conocer dentro de dos semanas; un Plan de Erradicación de los Asentamientos Precarios cuyo primer diseño se presentará también en quince días a las personas que viven en los poblados chabolistas; la reforma de los criterios de contratación y las rebajas en las tarifas del agua y en el Impuesto de Bienes Inmuebles.

También se refirió el alcalde a asuntos de actualidad municipal, como la remodelación de la avenida de Alfonso Molina y el proyecto venta de los muelles por parte del Puerto, sobre lo que dijo: "Tenemos que decidir cómo queremos que sea la ciudad". Ferreiro presumió además de que A Coruña es, según él, la "capital de la participación"participación al estar "marcada por las nuevas formas de la democracia".

Acerca de la crisis humanitaria que vive Europa, consideró un "deber ético y de justicia" el acogimiento a los refugiados, pero también a los propios coruñeses que padecen situaciones similares. "No podemos estar satisfechos mientras haya un solo vecino que no tenga cubiertas sus necesidades vitales", defendió el alcalde, quien además apostó por la colaboración entre las ciudades con gobiernos similares al de Marea y rechazó los enfrentamientos entre las de Galicia en cuestiones como la política aeroportuaria, para la que espera también la cooperación del alcalde de Vigo. Xulio Ferreiro reclamó además a Alberto Núñez Feijóo que no utilice la Xunta "como arma de partido",