Tras las protestas de las últimas semanas del alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, por la deuda de 8 millones de euros que soporta la empresa gestora de la depuradora de Bens por trabajos realizados tras su entrega por el Ministerio de Medio Ambiente, la junta general de la compañía resolvió las dudas sobre este asunto. La reunión de los alcaldes de A Coruña, Oleiros, Cambre, Arteixo y Culleredo sirvió para resolver el conflicto y aclarar que todos los ayuntamientos aceptaron hacerse cargo de este coste cuando se constituyó la empresa, por lo que ahora no cabe dar marcha atrás.

En la reunión se aprobaron además las cuentas del año pasado con el voto favorable de todos los alcaldes, a excepción del de Cambre, Óscar García Patiño, quien decidió abstenerse por haber accedido al cargo en las últimas elecciones y carecer de la información suficiente sobre la gestión económica del ejercicio anterior. La junta acordó también la designación de los miembros del consejo de administración de la empresa, que serán concejales de los respectivos ayuntamientos, salvo en el caso de A Coruña, que contará también con Xulio Ferreiro en ese órgano.

La aparición de deficiencias en las instalaciones de la depuradora hizo necesaria una inversión de 8 millones de euros que obligó a la empresa gestora a solicitar un crédito de 5,5 millones de euros a Emalcsa. Los ingresos que la gestora de la depuradora obtiene mediante las tasas que cobra le permitieron recuperar ya esa cantidad, aunque para devolvérsela a Emalcsa debe recibir la aprobación de sus responsables.

En el orden del día de la junta general celebrada ayer no figuraba este asunto, por lo que el Ayuntamiento coruñés aún deberá esperar para recuperar esa cantidad, que pretende dedicar a sanear sus arcas, que atraviesan una delicada situación por la concentración del gasto en los 6 primeros meses del año, el periodo previo a las elecciones municipales, que ha dejado al nuevo Gobierno local sin capacidad de actuación para el resto del ejercicio.

El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, se mostró en los últimos días contrario a participar en el abono de esa deuda al considerar que la responsabilidad de los municipios en la gestión de la depurador se inició cuando ingresaron en la misma, y no antes. Para el regidor, la obra "se entregó mal, con un montón de averías y problemas" y es el Ayuntamiento de A Coruña el que debería hacerse cargo del pago del coste de las reparaciones.

Las manifestaciones de Seoane llevaron a su homólogo de Cambre, Óscar García Patiño, a reclamar explicaciones sobre esta deuda antes de aceptar la participación en su abono. Pero el alcalde de Oleiros implicó también en la solución del problema a la Xunta, lo que motivó una rápida contestación por parte de la Consellería de Medio Ambiente, que expresó se negativa a financiar la deuda sobre la base de que no fue la responsable del proyecto de construcción de la depuradora, ya que esta actuación fue desarrollada por el Estado, sino que únicamente contribuyó con recursos económicos para costear los trabajos.

El departamento autonómico precisó que las instalaciones de Bens fueron proyectadas por la Confederación Hidrográfica del Miño, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, que las transfirió al Ayuntamiento de A Coruña en enero de 2011.

Pero también destacó la consellería que no está integrada en la gestora de la depuradora, en la que los ayuntamientos a los que presta servicio son los "competentes y por tanto responsables" de su explotación y mantenimiento. Y son precisamente esos ayuntamientos los que obtienen ingresos de los ciudadanos a través de "los tributos y tasas que ellos mismos establecen" por la actividad que lleva a cabo la planta.