-¿Cuáles son los problemas de la administración de Justicia en A Coruña?

-Los mismos que sufren otras ciudades de Galicia, como la precariedad de medios y la desmotivación por parte del funcionariado, no solo por la cuestión económica, sino sobre todo porque no se cuenta mucho con nosotros al establecer nuevas herramientas de trabajo tecnológicas. Entendemos que nuestra aportación, fruto de la experiencia diaria, sería muy positiva al implantar nuevos sistemas y que estos sean eficientes.

-¿Por qué cree que se les margina al implantar mejoras?

-Los políticos quieren controlarlo todo y no nos quieren dar cancha en ese ámbito porque ellos se lo guisan y se lo comen todo. Hoy en día el funcionariado está muy formado y es una lástima que teniendo unos recursos humanos tan valiosos se cuente tan poco con ellos.

-¿El personal de Justicia es el adecuado o mucho menor del que se necesitaría?

-Menos del que sería necesario, pero entendemos que en estos momentos de crisis no hay dinero y tiene que ser así porque si se está sacrificando la sociedad en general, la Administración también tiene que hacerlo. Pero también es verdad que existe una mala organización del trabajo y que hay dependencias con mucha gente para la función que tienen que realizar y otras que están saturadas a las que no se les facilitan más funcionarios para desempeñar sus tareas.

-¿Eso repercute en el funcionamiento de la Justicia?

-Sin lugar a dudas. Porque en una sección de una Audiencia se nombran magistrados de refuerzo pero sin funcionarios también de refuerzo, por lo que se incrementa notablemente la carga de trabajo a cambio de nada, lo que desmotiva a la gente y genera problemas.

-Todo el mundo habla de la lentitud judicial pero parece que nadie toma medidas.

-Los políticos parece que lo solucionan todo introduciendo nuevas tecnologías, pero ¿qué pasa con el personal? ¿Quién maneja todos esos sistemas y los experimenta? Porque además nos forman a golpe de hacha, ya que aprendemos a las bravas. Aparte de ser una falta de consideración hacia nosotros, eso motiva que el servicio que se da a la sociedad no sea el más idóneo. Y eso genera retrasos, ¿cómo no los va a causar?

-¿Cree que ha pasado definitivamente el peligro de que desaparezcan los partidos judiciales?

-Tal y como lo querían hacer, era atentatorio contra el sentido común, aunque no descartamos que se vuelva a plantear. Pero confiamos en que sea de otra manera y que aporten otras soluciones aunque se persiga el mismo fin. La Administración debe estar cercana al ciudadano y una persona del medio rural no tiene por qué estar peor servida que una del medio urbano. ¿Cómo va a venir una persona desde 30 kilómetros a buscar un documento al registro civil por mucho que lo informaticen? En el mundo rural e incluso en la ciudad no todo el mundo maneja las nuevas tecnologías.

-¿Son necesarias más unidades judiciales en A Coruña?

-Sin duda, hay jurisdicciones bien servidas como Instrucción, pero el retraso de los juzgados de lo Social es escandaloso, ya que con los problemas económicos y laborales que hay no dan abasto. Es increíble que una persona tenga que esperar meses e incluso años para que se resuelva un asunto laboral.

-Pero el Gobierno también es remiso a crear nuevos juzgados.

-El problema es el dinero. La reforma de Gallardón lo que pretendía era ahorrar dinero. No tienen en cuenta el servicio al ciudadano y la tutela judicial efectiva les da igual, se trata de ahorrar dinero y de privatizar todo lo que se pueda.

-¿Qué espera de la Fábrica de Tabacos como sede judicial?

-Va a ser un desahogo importante, pero lo fundamental de la Justicia son los juzgados, ya que las audiencias se limitan a recursos y a determinados juicios, por lo que solo va a ser un cambio de ubicación. Lo ideal hubiera sido hacer una Ciudad de la Justicia donde concentrar todo, ya que sería mejor para los ciudadanos y los funcionarios.