Los conductores que atravesaron el túnel de la Marina en los últimos tres días se han encontrado con una buena capa de agua cubriendo el firme procedente de filtraciones. El punto más conflictivo es la unión entre los tramos abiertos del antiguo trayecto de María Pita y el nuevo de la Marina. Tras las mareas vivas de los últimos días, mandos de la Policía Local se desplazaron ayer hasta la zona para comprobar la situación en la nueva infraestructura, con una parte de titularidad municipal y otra perteneciente al Puerto.

Los primeros rebrotes de agua se localizaron en la tarde-noche del lunes; persistieron aunque de manera más liviana a lo largo del martes; y ayer, tras la pleamar de las seis y media de la tarde, el firme volvió a encharcarse. La circulación no tuvo que ser interrumpida y ni Autoridad Portuaria ni Concello informaron al respecto. Según vecinos de la zona, las bombas funcionaron durante horas en horario nocturno para evacuar el agua. Conductores que pasan habitualmente por el lugar indican que, aunque sí es cierto que hay días con agua, no es lo habitual esta cantidad.

Las filtraciones en una zona próxima, hacia O Parrote, fueron la causa de los primeros encontronazos del nuevo Gobierno municipal y el Puerto. Fue el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, quien advirtió de la existencia de "filtraciones serias de agua marina" en la conexión entre el túnel de O Parrote y la Marina. Lo achacaron a la "urgencia" para terminar los trabajos, algo que rechazó la Autoridad Portuaria, alegando que las labores de aislamiento no estaban finalizadas. Aunque los trabajos fueron contratados por la Autoridad Portuaria, el Concello será el encargado de asumir el mantenimiento de las instalaciones. Este traspaso todavía no se ha materializado, ya que el Ayuntamiento solicita al Puerto una licencia para realizar las obras cuya obligatoriedad niegan los responsables portuarios.