Máquinas excavadoras iniciaron ayer la instalación en la playa de Riazor de la duna que protege el paseo marítimo de los temporales del invierno y evita que las olas lleguen a las zonas por las que circulan los peatones y los vehículos. Esta barrera de arena se empezó a emplear cuando el oleaje causó los primeros daños en la balaustrada del paseo, aunque hace dos años no se levantó al estimar que no era capaz de contener al mar. Al producirse ese invierno una cadena de temporales que rebasaron con amplitud el arenal, el Ayuntamiento volvió a instalar la duna el año pasado, aunque la balaustrada fue retirada.