La Junta de Gobierno Local aprobará hoy el proyecto de demolición parcial del edificio Conde de Fenosa, cuyo objetivo es la legalización del inmueble, construido en 1997 y sobre el que pesa una sentencia del Tribunal Supremo que ordena derribar las partes que vulneran la normativa de edificación. Las obras tendrán un coste de 1,5 millones de euros que será asumido por el Ayuntamiento de forma subsidiaria y su duración será de dos años, aunque se ejecutará por fases para afectar lo menos posible a los vecinos y los establecimientos comerciales del edificio.

A pesar de costear en un principio los trabajos con fondos municipales, el Ejecutivo local prevé exigir a Fadesa, la promotora del inmueble, que se haga cargo de financiarlos y no descarta reclamárselo también a otros implicados en la aprobación de la licencia mediante la que se construyó, otorgada en 1997 por el Gobierno local presidido por Francisco Vázquez. El acuerdo que se adopte mañana será enviado al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, ante el que el Ayuntamiento presentará un incidente de inejecución de la sentencia de 2011 que ordena la demolición del edificio y la recuperación al estado anterior a 1997.

El Tribunal deberá determinar si existe imposibilidad legal de cumplir aquel fallo judicial y por tanto si el inmueble se legaliza de acuerdo con el plan general de 2013 tras la demolición de los elementos que no se ajustan a ese documento, siguiendo el proyecto que aprobará hoy el Ayuntamiento.

"Debemos ser prudentes", advirtió ayer el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, ya que la presentación del proyecto no implica la legalización automática del edificio e incluso cabe que el asunto regrese al Tribunal Supremo, que en 2006 confirmó la sentencia inicial del Superior de 2001 por la que se ordenaba la demolición total del Conde de Fenosa.

De acuerdo con el proyecto, todos los torreones, además de las cornisas y aleros cuyo vuelo supere el metro sobre la línea de la fachada, serían derribados con esta actuación, mientras que algunos ventanales se transformarían en galerías. El proyecto detalla que también sería necesario realizar obras en alguna vivienda y en espacios comunes para adaptar el inmueble a la legalidad, como por ejemplo en materia de seguridad contra incendios.

Varela declaró, a través de un comunicado del Ayuntamiento, que el Gobierno local "opta por la opción menos mala para un viejo y grave problema que no solo no creó este gobierno, sino que simboliza épocas en las que la ciudad era gestionada de un modo más que discutible". El proyecto de legalización fue elaborado por el Ayuntamiento ante la falta de iniciativa en este sentido tanto de Fadesa como de la comunidad de propietarios.

Para el Gobierno local, la aprobación del proyecto de derribo parcial supone el cumplimiento de la obligación de hacer compatibles la ejecución de la sentencia con la defensa de los intereses de los ciudadanos y de los vecinos del inmueble afectado, ya que con esta iniciativa trata de evitarse la demolición completa. El Ejecutivo de Marea Atlántica considera que la legalización del edificio en su estado actual es "urbanísticamente imposible", de acuerdo con los informes técnicos y las sentencias emitidas.

Los problemas judiciales con el Conde de Fenosa comenzaron desde sus orígenes, ya que cuando en noviembre de 1997 el Ayuntamiento concedió a Fadesa una licencia de obras para reformar de forma integral la antigua sede de la compañía eléctrica, el arquitecto Valentín Souto inició una batalla en los juzgados que aún continúa.

A raíz de los recursos planteados, el Concello optó en abril de 1999, cuando ya había sido aprobado un nuevo plan general, por otorgar una nueva licencia a Fadesa para anular la anterior, pero en 2001 el Tribunal Superior de Galicia la declaró ilegal y confirmó la necesidad de demoler el edificio. Al poco tiempo de la llegada del PP al Gobierno local, el Superior desestimó el recurso de réplica que intentaba evitar el derribo y desde entonces se sucedieron las iniciativas que desembocaron en la propuesta de una demolición parcial para adaptarse al plan general de 2013.