-¿La demolición parcial del edificio Conde de Fenosa es una obra habitual?

-No, es una obra singular y complicada por todos los antecedentes y condicionantes que tiene. La mayor dificultad está en el análisis del cumplimiento de la normativa porque se trata de un proyecto de legalización de un edificio existente y al haber una sentencia judicial hay que ser muy cuidadoso. Este proyecto ha necesitado seis meses de trabajo de dedicación prácticamente exclusiva, ya que hay que analizar toda la normativa, no solo sobre los aspectos técnicos, sino también jurídica. Una vez analizados, habrá que desarrollar las obras de una manera adecuada y proporcionada para ante distintas alternativas ponderar cuál es la solución técnica más razonable desde el punto de vista económico, técnico, de afección a los vecinos y del que encarga el proyecto, que es el Ayuntamiento. Todo eso obliga a pararte un poco y reflexionar sobre lo que en un proyecto normal sería muy fácil resolver consultando con el cliente.

-El Ayuntamiento asegura que este proyecto es la única solución con viabilidad técnica.

-Después de todo el análisis técnico que se ha hecho, estoy convencido de eso. Pero el trámite jurídico se escapa de mis funciones, porque el tribunal tendrá que recibir el proyecto, las partes implicadas podrán alegar y espero que finalmente esto se apruebe sin ningún problema, tras lo que entraríamos en la fase de ejecución de las obras.

-¿Va a haber pérdida de superficie en alguna vivienda a causa de las obras?

-Tal y como están planteadas, no perderán superficie por que los torreones se derriben, pero perderán volumen interior al pasar a tener una cubierta inclinada como el resto del edificio, de forma que seguirá siendo una superficie habitable, aunque con una percepción del espacio muy diferente.

-¿Dejará de tener ese espacio el carácter singular que ahora posee?

-Básicamente, es como si se tiene una habitación de quince metros cuadrados con una altura de 2,5 metros y pasa a tener la misma superficie pero con una altura de solo un metro en una parte debido a la cubierta inclinada, en la que habrá ventanas.

-¿Tuvo ocasión de hablar con los propietarios de las viviendas durante la elaboración del proyecto?

-Visité una por una todas las viviendas y las medimos, ya que hicimos un levantamiento del estado actual para tener la garantía de que el proyecto se hacía sobre unas bases correctas. En ese proceso hablé con propietarios, inquilinos y personas que solo iban a abrir la puerta, que en algunos casos hablaban y en otros no, pero en aquel momento tampoco sabíamos cuáles iban a ser las soluciones, pero me consta que ha habido reuniones con todas las partes en el Ayuntamiento y el espíritu del Gobierno local ha sido en todo momento el de mantener la comunicación y la transparencia.

-¿Por qué se transformarán algunos ventanales en galerías?

-El proyecto es de adaptación del edificio a la normativa vigente, que es el plan general, la normativa de habitabilidad y el Código Técnico de Edificación. Esas normas obligan a hacer determinadas obras, entre las que figuran la demolición de los torreones, que serán las más vistosas junto con la transformación de los cuerpos volados cerrados en galerías, a lo que obliga el plan general. En el interior del edificio va a haber otras obras, motivadas por la adaptación al Código Técnico de la Edificación, que prácticamente no van a tener visibilidad.

-¿Será imprescindible que los vecinos salgan de sus viviendas durante el desarrollo de las obras?

-En el caso de los torreones tendrán que abandonar las viviendas, aunque se han dividido las obras en función de los riesgos y de las molestias entre las que obligarían al desalojo y las que no, pero en ningún caso se va a desalojar el edificio por completo. Se establecerá un programa de desalojo parcial de las viviendas en función de las obras y se fijará una fecha en la que los afectados tendrán que salir y otra en la que podrán volver.

-El Ayuntamiento asegura que el máximo que estarán fuera de sus viviendas serán tres meses.

-Todo esto es una previsión, pero con las obras iniciadas habría que establecer una programación consensuada con todas las partes, del mismo modo que se hizo con los propietarios para la visita de los pisos, en la que nos adaptamos a las necesidades de los vecinos.

-¿Tendrá que ser una empresa especializada la que realice las obras?

-Creo que no es una obra especialmente complicada, ya que una vez analizado el cumplimiento de la normativa urbanística, será necesario efectuar demoliciones, que son trabajos un poco particulares pero que se pueden hacer sin ningún tipo de problemas y no causarán problemas estructurales porque en realidad lo que haremos es descargar la estructura de cargas que ya tiene, como los torreones y cerramientos pesados. Simplemente habrá que tomar precauciones para hacer una ejecución correcta, por lo que serán obras que podrían hacerse en otros edificios de la ciudad y que no llamarían la atención.

-¿Complicará la realización de los trabajos que el edificio esté habitado?

-Yo no le veo demasiado problema, pero desconozco qué capacidad tendrían para favorecer o no el desarrollo de las obras. En la fase de realización del proyecto teníamos dudas y la colaboración fue total, ya que no pusieron ningún problema.

-Dice que las obras no van a ser complicadas, pero el plazo de dos años para realizarlas parece bastante largo.

-Me imagino que en ese plazo se incluyen los de contratación y judiciales, porque el de ejecución en realidad es de once meses. Y además es posible que alguna de las empresas que concursen ofrezca realizar las obras en un plazo menor.