El primer encuentro de la campaña del PP local con vecinos y representantes sectoriales de la ciudad y la comarca para explicar el proyecto de ampliación de Alfonso Molina que propone Fomento derivó en un ataque contra el Gobierno local y sus posturas o decisiones tomadas en los primeros meses de mandato. No solo por apostar por un plan de remodelación del vial que difiere del que defiende el Ministerio, fundamentalmente por su negativa a ampliar a cuatro carriles la avenida, sino también por la elaboración de las ordenanzas fiscales, por paralizar obras licitadas en los últimos meses del Gobierno popular e incluso, como protestó una vecina, por que el 092 multara a coches mal aparcados cerca de los cementerios el Día de Difuntos.

Los ataques al Ejecutivo de Xulio Ferreiro tuvieron su origen en las preguntas e intervenciones de los militantes y simpatizantes que asistieron al acto en un céntrico hotel -convocados por mensaje de móvil los días previos-, y fueron expresados tanto por vecinos como por concejales del PP. Los más contundentes los hizo el portavoz y exalcalde, Carlos Negreira, quien al final de la cita, ya sin alusiones al proyecto de Alfonso Molina, advirtió de que "en el próximo mes y medio" el grupo municipal informará "de la subida de impuestos que pretende el Gobierno de Marea y que les costará a los coruñeses ocho millones de euros". "Esta es la historia y se la vamos a contar a la gente", avisó Negreira, anticipando una campaña similar a la que ayer emprendió el PP con Lavedra.

El exregidor admitió que llegó a decirle ayer a la ministra de Fomento, Ana Pastor, que no paralizase proyectos en la ciudad "por cuatro iluminados que no saben lo que quieren", en alusión a Marea.

Los asistentes que hicieron preguntas mostraron su preocupación por detalles del proyecto previsto por Fomento en Lavedra y del que propone el Gobierno local. Los ediles Martín Fernández Prado y Begoña Freire se las explicaron después de sus propias intervenciones, no sin añadir comentarios en contra de las ideas promovidas por el equipo de Marea o leer juicios a las mismas en un informe de Fomento que rechaza la iniciativa municipal de humanización de Alfonso Molina.

Hacia el final del acto las consultas fueron más críticas con el Ejecutivo. Un vecino llegó a animar al PP a que promoviera una moción de censura para "echar a Marea". Y Fernández Prado extendió los reproches al grupo del PSOE por "estar dividido" y "haberse vendido" al Gobierno municipal facilitando la investidura de Ferreiro como alcalde. "No hay mal que 100 años dure", despidió Negreira la reunión.