"Esta discusión yo la tenía a mitad de los noventa, no ahora, por Dios", se sorprende Salvador Rueda. Su agencia ha elaborado estrategias de movilidad y de uso del espacio público para ciudades de todo el mundo. Uno de sus últimos proyectos, el plan de Barcelona, aprobado en marzo. El especialista se congratula de que se ponga encima de la mesa la transformación de Alfonso Molina como vía urbana. Recuerda que, ya en el plan que elaboró para A Coruña por encargo del Gobierno del PSOE y el BNG y que desechó en su totalidad el Partido Popular, se defendía la recuperación del protagonismo de la persona como ciudadano y no como peatón.

-¿Necesita ampliar carriles Alfonso Molina?

-Yo diría que el futuro no está en ampliar carriles, eso es del siglo pasado. ¿Cuál es la razón que hay detrás para hacerlo? Pues no lo sé porque, si los últimos datos que yo tengo no me fallan, con la nueva ronda los porcentajes de circulación incluso han disminuido. Lo que quiere decir esto es que la propuesta no puede ir de otro modo que dirigida a buscar soluciones para el transporte alternativo.

-¿Cuál es el camino que se sigue en otras partes del mundo?

-Yo acabo de llegar de Canadá. He estado dando dos seminarios, uno en Vancouver y otro en Montreal. Si vieses los carriles de bicicletas que se construyen y en los lugares en los que se construyen, dirías: "En España esto sería imposible". Esto nos dice cuál es la pauta. Son carriles que se unen de manera continuada para toda la ciudad. Y con las plataformas para transporte público, lo mismo. Lo que hay que hacer es eso. Que ese dinero que tienen guardado, que lo destinen al transporte alternativo, que será el mejor destino que puede haber. Entre otras cosas porque hay que pensar que el futuro del automóvil será totalmente distinto al actual.

-¿En qué sentido?

-Con el cambio de tecnología hacia lo eléctrico, las soluciones actuales no van a ser las mismas. Iremos más a un coche compartido que individual. Sean como sean, las soluciones tienen que ir dirigidas a humanizar la ciudad y no a reventarla, como hemos hecho. Y A Coruña no es distinta a otras ciudades.

-Pero sí que es cierto que A Coruña tiene esa fisonomía especial, que ha condicionado sus comunicaciones. ¿Es realmente posible plantear alternativas?

-Alternativas sí hay. Es que esa imagen es del siglo pasado, una imagen que el Gobierno anterior proyectó para la ciudad. Eso es obsoleto, lo que hay que buscar es cómo humanizar las ciudades, cómo reducir las muertes prematuras por contaminación atmosférica, cómo hacemos que funcione la ciudad sin apostarlo todo por el vehículo privado, porque eso es una barbaridad, es hacer más de lo mismo. Que lo pongan en consonancia con otros lugares, que miren lo que se está haciendo en todos los lados. En Barcelona, antes entraba la Meridiana como una autopista hacia el centro de la ciudad, que vayan a verla ahora, por favor. O la Diagonal, que es una calle de la ciudad, no es una autopista. Eso es del siglo pasado, ¡pero muy pasado! Hemos de empezar a cambiar la mentalidad y priorizar lo que realmente es prioritario, que son las personas.

-El Gobierno municipal pretende, con su solución, interconectar los barrios levantados en las márgenes de la avenida, ¿hay realmente una solución técnica?

-Lo que tienen que hacer es una vía urbana, no una autopista. En el momento en que sea una vía urbana, estarán conectados, mientras siga siendo una autopista, estarán desconectados. Lo mismo que la Meridiana. Mientras fue una autopista era una barrera infranqueable, en el momento en que se transforma, cambia totalmente. A ver, en el caso de A Coruña por supuesto que hay que estudiarlo bien, pero los principios son generales.

-Fomento aporta como argumento que el nuevo diseño verde haría disminuir la seguridad de la vía. ¿Está de acuerdo?

-Sobre este tema de la seguridad, hay que mirar los datos. El año pasado murieron 22 personas por accidente de tráfico en Barcelona. ¿Cuántas murieron prematuramente por contaminación atmosférica en Barcelona y su área? 3.500. ¿De qué seguridad hablamos? Es hablar muy parcialmente y se tendría que ver. De eso habría que hablar, coger el rábano por las hojas.

-Joan Busquets, redactor del plan general aprobado en 2013, coincide con su percepción de lo que se debería hacer.

-Es que es de sentido común. Yo no sé cuál ese el interés que hay detrás pero el interés de la lógica no es. Ni los tiempos presentes y menos futuros, no es. Hay que preguntarse por qué se propone eso.

-El ministerio y el anterior Ejecutivo municipal ven una necesidad en corregir, modernizar los accesos, ¿lo ve usted así?

-Lo que hay que cambiarla es toda y no pasa nada. Y no pasa nada. Lo que no se puede hacer es gastarse dinero en cosas que son totalmente obsoletas, que son contrarias a la lógica del futuro. A qué viene, por qué gastar ese dinero.

-Otra de las discusiones abiertas es si un carril más servirá para descongestionar o lo que hará será atraer más vehículos al centro de la ciudad.

-Pues claro que atraen más, eso son habas contadas. El tiempo vale dinero. Y lo que hay que buscar es una reconstitución de la ciudad que el plan general ha de plantear y que el plan de movilidad, que nosotros hicimos, ya planteó. Habrán de explicar por qué pagaron [el PP] un plan que les costó cuatro veces más de lo que se pagó por nuestro plan. Habrán de explicar por qué lo pagaron para llegar a conclusiones que son digamos del pasado. Es que es incomprensible. Digo yo que tendrán sus razones, no sé cuáles.

-¿Es posible cambiar la mentalidad de la ciudadanía y que deje el coche para desplazarse al centro, incluso desde el área metropolitana?

-A ver, los vecinos de A Coruña no son extraterrestres. Si se está planteando en la otra mitad del mundo, los coruñeses, que son gente formada, en una ciudad que alberga una de las principales empresas del mundo... claro que se puede cambiar, está clarísimo. Los desplazamientos en bicicleta aumentan en la ciudad, como en todas las ciudades, y se aumenta a pesar de las condiciones en las que se desplazan, condiciones infectas. Se han perdido cuatro años para hacer que la ciudad sea maravillosa. Me gusta que el Gobierno local vaya en la línea del plan general y de nuestro plan de movilidad. Vamos a buscar todos una ciudad para los ciudadanos. Lo que tenemos que hacer es que sea seguro, que los carriles estarán segregados, que esté bien hecho, pero hacerlo.