El largo periodo de meses con buen tiempo vivido durante este año, que se ha quebrado esta semana, ha disparado las cifras de usuarios de Bicicoruña, el servicio municipal de alquiler de bicicletas, cuyos responsables reconocen estar "desbordados" por este aumento de usuarios. Las dificultades para prestar el servicio se traducen en la existencia de estaciones en las que no hay bicicletas disponibles, así como otras en las que no pueden dejarse los vehículos al estar todos los amarres ocupados.

Fuentes de la Empresa Municipal de Vivienda y Servicios (Emvsa) detallan que si durante todo 2014 el número de usos de la bicicletas llegó a 179.127, hasta ayer por la mañana se habían contabilizado 190.110 usos durante este año, que ya es el récord histórico de Bicicoruña, cuyo funcionamiento comenzó en julio de 2009.

Emvsa explica que algunas estaciones del servicio tienen una gran demanda, en especial las del centro de la ciudad, mientras que en otras es mucho menor y que los operarios de Bicicoruña tratan de dar respuesta a las necesidades de los usuarios acudiendo con más bicicletas a los puntos donde se reclaman o retirándolas donde se prevé que se dejarán otras, pero que no siempre es posible atender a esta última cuestión, que se considera un "problema nuevo". La empresa prevé sin embargo disponer antes de final de año de una furgoneta de mayor tamaño para transportar un mayor número de bicis, lo que puede contribuir a resolver la falta de vehículos y la saturación de los mismos en la estaciones.

Emvsa tiene entre sus planes instalar nuevas estaciones de Bicicoruña en la ciudad en los próximos meses y además ha comunicado al Concello la necesidad de que cuando se proyecte la remodelación de algún espacio urbano se le consulte la posibilidad de implantar un punto de recogida de sus bicicletas con la finalidad de ampliar su acceso a los ciudadanos.