El máximo responsable de Hércules de Armamento, Ramón Mejuto, ha defendido hoy que la concesión de la fábrica de armas "no" corre peligro, a pesar de que se haya dejado de fabricar "cautelarmente" material militar. Este cese en la producción se debe a que el 24 de noviembre, la adjudicataria se quedó sin servicio de vigilancia por impago a la empresasin servicio de vigilancia por impago a la empresa, entonces, el 25 de noviembre, el Ministerio de Defensa suspendió "la autorización" de la factoría para realizar "armas de guerra".

Mejuto asegura que esta suspensión se levantará "lo antes posible", en cuanto consigan recuperar el servicio de vigilancia y defiende que este parón les da oportunidad de trabajar en "otras líneas de negocio".

Asegura que el mercado de las armas representa solo un 20% de su volumen de negocio, porque es "muy estacional".

Mejuto defiende ante sus trabajadores que la concesión no corre peligro, aunque el cese de la producción de armas es una de las razones por las que Defensa puede dejar sin validez el contrato.

El máximo responsable de Hércules de Armamento ha adelantado que espera que en dos meses la factoría cuente con una producción del 80% y que "muchos" de los trabajadores pasen de tener un contrato de media jornada a uno de ocho horas. La plantilla no cobra al día, aunque Mejuto no ha querido desvelar cuánto dinero se les adeuda, ni a ellos ni a la subcontrata de seguridad.

Los antiguos trabajadores de la empresa siguen reivindicando la recuperación de sus puestos de trabajo, con una caseta en las puertas de la factoría.