A la quinta sí. Cinco veces desde agosto la modificación del presupuesto de este año fue asunto de un pleno municipal, y esta última vez, ayer, recibió la luz verde de la Corporación. La propuesta aprobada fue la pactada por el Gobierno local de Marea y el grupo socialista desde septiembre y admitida de forma inicial en octubre, a la que se le incluye ahora una partida de 467.452 destinada a abonar parte de un porcentaje de la paga extra pendiente de 2012 que las Administraciones deben abonar a los funcionarios. Dieron el sí los grupos de Marea, el PSOE y el BNG; el del PP se opuso.

El cambio en las cuentas tiene un importe de casi 3,5 millones de euros, de los que 2,5 millones servirán para pagar facturas de reconocimiento extrajudicial heredadas del Gobierno local anterior. Con la modificación presupuestaria el Ejecutivo de Xulio Ferreiro también dispondrá de fondos para afrontar obras en colegios públicos, financiar becas comedor y planes de promoción del comercio local esta Navidad y reforzar su convenio con Cáritas por valor de 100.000 euros, además de devolver parte de la extra a los funcionarios.

Este punto acaparó los debates sobre el cambio en el presupuesto y sobre dos enmiendas -una de Marea y otra del PP- a un dictamen de la comisión informativa de Hacienda del 20 de noviembre de este año emitido por el secretario municipal, en el que alertaba al Gobierno local de que cometería una ilegalidad si no abonaba antes de terminar 2015 el 26% de la paga extraordinaria de hace tres años que el Gobierno central aprobó devolver. La enmienda de Marea fue aprobada, la del PP no, aunque en la votación cinco de los ediles del PSOE se abstuvieron y solo su portavoz, José Manuel Dapena, se manifestó a favor o en contra de cada revisión.

Con la extra como argumento, los grupos del PP y del Ejecutivo local mantuvieron un airado enfrentamiento durante gran parte de los 80 minutos que duró un pleno con un solo asunto en el orden del día. Los populares exigieron la devolución íntegra, casi 800.000 euros, del porcentaje de la paga extraordinaria que su propio partido eliminó en 2012 a los funcionarios y advirtieron al Gobierno municipal de que estaría cometiendo una ilegalidad si no lo hiciera sin acreditar formalmente una mala situación económico-financiera del Ayuntamiento.

El alcalde replicó en varias ocasiones al portavoz del PP, Carlos Negreira, que lo que se debatía en el pleno no era el abono de la extra sino la modificación en el presupuesto y pidió, ante la insistencia del concejal popular en cuestionar la ilegalidad de la enmienda de Marea que recoge el cambio en el crédito para dotar fondos para la paga pendiente, que el secretario municipal y el interventor valorasen ese texto en la misma sesión.

Ferreiro preguntó directamente a estos altos funcionarios. El secretario admitió que daba su voto favorable a la enmienda del Gobierno local y el interventor reconoció que había reflejado su dictamen en un informe escrito dos horas antes del pleno, cuyo texto fotocopiado entregó en ese mismo momento a los distintos grupos municipales. Tras dos minutos de silencio en los que los portavoces leyeron ese informe, se dijo en voz alta que Intervención también daba validez a la enmienda de Marea Atlántica.

A Negreira siguieron sin valerle estas interpretaciones y en el resto del debate sobre el cambio en las cuentas trató de convencer a los demás grupos de que si votaban a favor de la propuesta pactada por el PSOE y Marea con la inclusión de 467.000 euros para la paga extra iban a apoyar una modificación presupuestaria "ilegal". El portavoz de los populares defendió la postura de que si el Gobierno local no podía pagar la totalidad del 26% de la paga extra pendiente debería haber un informe municipal que reflejase que el Concello demuestra una mala situación financiera.

El Ejecutivo tiene previsto abonar el resto de la cantidad correspondiente a la extra a comienzos del próximo año. Para disponer en diciembre de los 467.452 euros que contiene el cambio en el presupuesto aprobado ayer fueron eliminadas unas bajas de crédito previas del capítulo de gastos de personal y para equilibrar las cuentas se suprimen tres partidas: una de 174.918 euros que el Concello debía abonar a Abegondo por el Impuesto de Bienes Inmuebles del embalse de Cecebre; otra de 199.305 euros para el suministro de energía eléctrica en el alumbrado público; y otra de 93.228 para financiar reparaciones en las calles.

El cambio presupuestario que el Ejecutivo de Ferreiro anunció en verano que propondría este año ha tenido que pasar cinco veces por el pleno municipal antes de recibir la aprobación definitiva, y la propuesta pactada entre Marea y PSOE lo hizo en cuatro ocasiones. La primera vez, en agosto, fue tumbado por el PP y el BNG, con la abstención del PSOE. La segunda, en la que la propuesta presentada estaba pactada por el Gobierno local y los socialistas, tampoco fue aprobada después de que se incluyese antes de la votación un voto particular del BNG con la inclusión de 30.000 euros para igualdad. La tercera vez se aprobó de forma inicial. Y en la cuarta no se llegó a votar por la advertencia realizada por el secretario del Concello respecto a la necesidad de que la propuesta contuviese el pago del 26% de la paga extra. La quinta, por fin, fue la vencida.

Su debate en la sesión extraordinaria de ayer exhibió una vez más la falta de entendimiento entre el grupo del PP y el Ejecutivo local. El alcalde interpretó como "amenazas" los avisos de Negreira a los demás grupos por las consecuencias de su apoyo al cambio de las cuentas y el portavoz popular acusó al Gobierno local de no saber gestionar la ciudad. Ferreiro replicó preguntando al exregidor si era buena gestión "dejar facturas en el cajón".