El juicio por el secuestro del empresario maderero de Cambre en enero de 2014, previsto para ayer, fue aplazado hasta el 8 de febrero. La suspensión fue provocada por la renuncia de tres de los ocho procesados a sus abogados. La vista ya se había suspendido el día antes debido a que uno de los sospechosos alegó que estaba enfermo y no se presentó. Fuentes judiciales sospechan que tanto la enfermedad del acusado como el cambio de letrados a última hora responden a una estrategia para ganar tiempo y conseguir un pacto con las acusaciones que evitaría la celebración del juicio. Los imputados tratan de negociar un acuerdo con la fiscal y el abogado de la víctima, quienes, de momento, se negaron.

La Fiscalía reclama para los imputados en su escrito de calificación penas que oscilan entre los 10 y 13 años de cárcel y el pago de 73.000 euros, pero estaría dispuesta a rebajarlas hasta un mínimo de ocho años, según fuentes judiciales. Los sospechosos, sin embargo, aspiran a cumplir entre tres y cuatro años de cárcel a cambio de pagar más indemnización.

Los procesados, según las acusaciones, planearon secuestrar al hermano de la víctima para pedir un rescate de 70.000 euros. Aunque se equivocaron de persona, siguieron adelante con su propósito. Así, consiguieron que se desplazase hasta una pista de Aranga bajo el pretexto de que tenían un monte con madera para venderle. Una vez allí, lo introdujeron a punta de pistola en el maletero de un coche y lo trasladaron hasta casa abandonada de Palas de Rei (Lugo). Al día siguiente, decidieron cambiar su ubicación hasta un cobertizo de dos metros cuadrados de una vivienda de Lalín, donde permaneció retenido cinco días hasta que fue rescatado por medio centenar de agentes.