La Autoridad Portuaria confía en que sus tráficos tengan un crecimiento anual sostenido en los próximos cuatro años, hasta superar en un 15% las toneladas registradas en el actual ejercicio. Una subida estable que, según las estimaciones del Puerto, no se verá acelerada con la actividad a pleno rendimiento de punta Langosteira. La subida de 2018 a 2019 se quedaría así en un 3,2%. A punto de cerrarse 2015, los resultados no alcanzan lo calculado al principio de año, cuando se creía que el movimiento en las terminales coruñesas iba a llegar a los 13,8 millones de toneladas. Se han quedado finalmente en algo más de 12,7: un 6% más que el año anterior pero un 8% inferior a lo programado.

Son los principales datos arrojados por el Plan de Empresa 2016, que realiza una proyección de cómo evolucionará el tráfico portuario en A Coruña hasta 2019. El incremento en este periodo sería del 15%, de los 12,7 con los que esperan cerrar el año a los 14,6 que tienen como objetivo en 2019. En dicho ejercicio, según el cronograma portuario, punta Langosteira debería estar a pleno rendimiento, puesto que la primera fase de la mudanza de Repsol tiene como fecha de culminación 2018. Estas primeras operaciones en trasladarse serán las de descarga de petróleo crudo, que suponen el 56% de las que realiza la multinacional en la actualidad en el muelle de San Diego.

Según el Plan de Empresa 2016, entre 2015 y 2016 habrá un aumento del 3,3%; entre 2016 y 2017 será del 3,6%; entre 2017 y 2018 subirá un 4%; y entre 2018 y 2019 se frenará ligeramente para quedarse en una mejora del 3,2%.

Serán los graneles sólidos y líquidos los que experimenten un mayor incremento en los próximos años, calcula el Puerto. Los crudos de petróleo subirían un 15% hasta 2019 y los productos petrolíferos refinados, un 26,8%. Mientras en 2015 se cerrará el ejercicio con 4,1 millones de toneladas, en el primer caso, en 2019 serán 4,6. En cuando a los derivados petrolíferos, que sumarán 2.500 en el presente ejercicio, el Puerto prevé superar la barrera de las 3 millones toneladas en el año 2018. El resto de graneles líquidos subirían, de cumplirse las expectativas de la Autoridad Portuaria, un 6,5% hasta las 325.000 toneladas.

La mitad de los graneles sólidos del puerto coruñés ya se mueven en punta Langosteira. Las previsiones de la Autoridad Portuaria también son optimistas para los próximos ejercicios. Confían en que asciendan desde las 4,4 toneladas de 2015 hasta las 4,9 en 2019 (un 12% más).

A esto habría que añadir otros tráficos importantes como el de la pesca, el avituallamiento y la circulación local. A pesar del el importante descenso que se ha registrado entre 2014 y 2015, que llega casi al 18%, la Autoridad Portuaria confía en que esta cantidad se congele en los próximos años e incluso aumente un 2,1%.

Es más optimista respecto a los tráficos para el avituallamiento, con perspectivas de crecer un 66,2% hasta las 138.000 toneladas en 2019; y los tráficos locales, que espera que alcancen las 268.000 toneladas (un ascenso del 27,6%).

El Plan de Empresa 2016 del Puerto establece también una serie de estimaciones económicas para los próximos ejercicios. Prevé encadenar pérdidas hasta 2018, fecha en la que está planificada la venta de los muelles urbanos y el hotel Finisterre y La Solana. La planificación refleja unos números rojos de 6,7 millones este año, un déficit que ha ido aumentando progresivamente desde 2012 para un organismo que asume desde hace años las amortizaciones y los gastos financieros de los créditos suscritos para costear las obras del puerto exterior.