El alcalde, Xulio Ferreiro, volvió ayer a la facultad de Economía y Empresa, en la que él, durante años, dio clase. Al ver que había cola para entrar, que cientos de personas, muchas de ellas jóvenes y con carpetas en el brazo, se habían quedado fuera del acto y que más de setecientas habían ocupado las butacas y los pasillos del salón de actos, admitió que estaba "muy contento". Y recordó que, antes de ser alcalde, fue profesor y que, en sus clases, no había tanta expectación por escucharle hablar. Había, "más o menos, media entrada", dijo ayer, sentado al lado del candidato de Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias.