Iria Mejuto es la cantante de Black, una formación dedicada al soul. Este miércoles se estrenan en gran formato, con seis instrumentistas, en un concierto a las 21.30 horas en la sala Mardi Gras.

-Black empezó en formato dúo, con voz y guitarrista.

-Efectivamente. Empezamos a actuar como dúo porque no había muchas opciones para escuchar música negra en un formato íntimo. Después nos fuimos a tríos e hicimos muchas actuaciones: bodas, presentaciones de vino, inauguraciones? Empezaron a llamarnos bastante, y algunos nos pedían un formato más grande. En el concierto del miércoles tendremos bajo, guitarra, teclado, batería y dos vientos, además de voz.

-¿Solo interpretan versiones?

-Sí. Tenemos desde artistas más clásicos, Stevie Wonder, Aretha Franklin, a más modernos: Beyoncé, Adele, Amy Winehouse,? En la versión de dúo contamos como un recorrido histórico la historia de la música negra, empezando por los años treinta. El repertorio del miércoles no tiene un orden temporal, sino de intensidad, con las canciones más lentas en la parte central. Yo creo que al público le gusta esa mezcla, de estar cantando a Amy Winehouse y luego pasarse a los años treinta con un Ray Charles para volver después a Adele. En nuestro público hay muchísima gente de 35 para arriba, y mucha mayor de sesenta años. Son consumidores de esta música, que al final fue con la que crecieron.

-Mencionaba al cantante Ray Charles. ¿No solo interpreta voces femeninas?

-No. De hecho, las masculinas me encantan (ríe).

-¿Cuáles son sus referentes?

-Siento mucha predilección por Winehouse, porque las letras me impactan muchísimo. Yo viví en Londres, entiendo lo que estoy cantando, y para mí es muy importante lo que estás diciendo. Amy me parece una brillante letrista.

-¿Intenta adaptar la voz a los diferentes acentos según versione una canción u otra?

-No (ríe). Intento no escuchar demasiado los temas que versiono porque si no tiendes a repetir aquello que escuchas. Mi acento es inglés, e intento hacer una interpretación más libre del tema. Siempre estás versionando, pero intento hacerlo de forma un poco personal.

-¿Siempre ha cantando soul?

-Mi hermano es pianista de jazz, mi padre fue uno de los fundadores de Luar na Lubre, pero cuando me regalaron una cinta doble de soul con nueve o diez años me enamoré para siempre de la música negra. No hubo forma de hacerme cantar otra cosa, y me resulta más fácil cantarla por tesitura de voz. Me parece imposible cantar La Oreja de van Gogh, porque no es mi voz.

-¿Hay suficientes retos como cantante dentro de ese mundo?

-La música negra es un reto, pero, para mío, cantarla no tiene demasiada complicación. Me gusta hacerlo bien, ampliar registros y mejorar, pero no estoy haciendo un gran esfuerzo vocal.

-La época dorada del soul se sitúa en los años 60 y 70. ¿Las voces actuales mantienen el espíritu de aquellos años?

-Los clásicos son clásicos y son el pilar de un estilo musical, pero no hay tampoco que quedarse en que lo antiguo siempre es mejor. Es bueno, pero no tiene por qué ser lo mejor, y siempre pueden quedar cosas brillantes por venir. En el soul ha habido una evolución. Hubo una época, con Aretha Franklin, de soul más agudo, y luego hablamos del new soul: Alicia Keyes, Beyoncé, Ami Winehouse. Y acabo de decir tres superdivas que son muy diferentes entre sí. Han hecho una interpretación moderna de lo que entendían como música negra de una forma entre comillas comercial, pero muy brillante y con mucha personalidad.