El Concello y el Ministerio del Interior estudian darle nuevos usos al edificio de la antigua prisión provincial. El cultural y el social están desde el principio sobre la mesa de negociación y, según explicó ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, ahora también la construcción de un albergue para jóvenes.

Este convenio, que el regidor municipal espera que se firme durante el próximo año, le hace un quiebro al pleito que ambas instituciones mantienen aún en el Contencioso sobre la reversión de la parcela. El Ayuntamiento pretende evitar abonar los 1,2 millones de euros que establece un acuerdo firmado en 2005 por el exalcalde Francisco Vázquez e Interior.

Esta cantidad se estableció por la diferencia de valor entre la finca con la que se quedaba Interior para construir un centro de reinserción al lado de las cocheras de Tranvías (9.000 metros cuadrados) y la parcela en la que se ubica la prisión (de 12.792 metros cuadrados) y que tendría que abonar el Concello al Gobierno central si pretendía recuperar en el futuro este solar con vistas a la Torre de Hércules.

El anterior Goberno local del Partido Popular, tras una sentencia contraria a la reversión gratuita de la antigua prisión provincial al Concello, inició el proceso necesario para anular el convenio de 2005. Se basaba en el acuerdo firmado en 1925 entre administraciones en el que se decía que el terreno tendría que volver a manos municipales si dejaba de ser una cárcel.

Esta decisión fue recurrida por la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP) y el Ministerio del Interior ante la Audiencia Nacional, cuyo tribunal se encargará de decidir si la reversión puede ser gratuita. El alcalde confía en que sea así, a pesar de que, en primera instancia, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 resolvió en contra de los intereses municipales. La sentencia reconocía que "desaparecida la causa que justificó la cesión" -al estar ya la cárcel cerrada-, el Concello podía solicitar la reversión aunque, al estar vigentes los acuerdos de 2005, el fallo fue favorable al pago de los 1,2 millones de euros a Instituciones Penitenciarias.

La voluntad del Gobierno local es dotar de contenido cuanto antes a la antigua prisión provincial, es por ello, por lo que trabaja de manera paralela al proceso judicial con el Ministerio del Interior para conseguir este fin en 2016.

Ferreiro explicó ayer que la línea en la que trabajan es la misma ya establecida por Proxecto Cárcere, es decir, que la antigua prisión provincial sea un espacio de "creatividad y de talento", que consiga no solo "dinamizar el barrio" sino también toda la ciudad. Dentro de ese proyecto de usos está también la construcción de un albergue para jóvenes, ya que el espacio es muy grande y puede contar con varias posibilidades de utilización. Una idea similar se había planteado durante el Gobierno de coalición entre el PSOE y el BNG, ya que el Concello había abierto la posibilidad a que este inmueble fuese incorporado a la red de Paradores de España. Un proyecto que, finalmente, no salió adelante.

La voluntad del Concello, tal y como lo es también la de la plataforma Proxecto Cárcere, es que las iniciativas que encuentren en la antigua prisión provincial su lugar, se autogestionen y que el espacio funcione de manera "mancomunada".

La rehabilitación de este inmueble y su puesta a punto para que se convierta en un contenedor de iniciativas culturales y sociales, forma parte del programa electoral de Marea Atlántica, pero es también una vieja reivindicación de la asociación de vecinos Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules, que ha denunciado en varias ocasiones que el paso del tiempo empeora las instalaciones y encarece su reparación.

El alcalde, Xulio Ferreiro, habló también ayer del proyecto del Concello de sacar a concurso un proyecto para la promoción de vivienda pública en el parque ofimático. Serán ochenta, pensadas para gente joven y bioclimáticas -con un diseño que permita aprovechar los recursos disponibles en el entorno, como la lluvia o el sol y que reduzca el impacto ambiental-.

"Tenemos un proyecto urbanístico que hay que potenciar, edificios que están en construcción a los que tenemos que darle solución para que, cuando estén terminados, puedan tener licencias de primera ocupación y estamos trabajando en eso con los cooperativistas, con Acciona", explicó ayer el regidor municipal.

"Si tenemos ahí suelo público, si tenemos capacidad de construir vivienda para dar solución a la gente joven que tiene problemas de acceso a la vivienda, pues debemos hacerlo. Si el Concello apuesta por el barrio promoviendo vivienda, entiendo que los promotores privados también van a apostar por el barrio y parece que la Xunta también lo va a hacer", comentó ayer el alcalde.

Sobre el desarrollo del parque ofimático, Ferreiro admitió que el proyecto tiene "un problema de inicio", que está en el margen derecho de la avenida de Alfonso Molina, "con el núcleo de Elviña" y defendió que el Concello está "trabajando en el cambio de planeamiento para desafectar la zona".

Túnel de O Parrote

Sobre la puesta en marcha del túnel de O Parrote, Ferreiro dijo ayer que los técnicos municipales habían advertido todavía algunas deficiencias. "Unas tuberías y unas puertas de emergencia", según explicó. El Concello no recepcionará la obra hasta que considere que está "en perfecto estado de revista" para que se cumplan todos los criterios de seguridad. La Autoridad Portuaria dio por concluida la obra el 4 de diciembre y ha instado en varias ocasiones al Concello a abrir el túnel al tráfico rodado.

Ferreiro aseguró ayer que esa decisión no se tomará hasta que el Ayuntamiento esté convencido de que todo está en perfectas condiciones. El alcalde dejó la pregunta en el aire de qué pasaría si el Concello deja que los conductores circulen por el túnel a la espera de que se arreglen esas deficiencias detectadas y hay un accidente. Hizo una analogía con las obras que se hacen en una casa y que algunos operarios, tras cobrar el importe del proyecto, dejan sin rematar.

Ferreiro anunció ayer que, durante 2016, se realizarán otras obras en la ciudad, "acupuntura urbana", le llamó a este conjunto de actuaciones que tienen como objetivo regenerar algunos barrios de la ciudad sin necesidad de ejecutar grandes infraestructuras. Entre los proyectos que se acometerán dentro de este plan está la rehabilitación del barrio de Eirís de Abaixo. "Los vecinos nos están ayudando a identificar las necesidades y vamos a hacer las actuaciones de mutuo acuerdo", explicó ayer el regidor municipal. En el plan de ruta del Concello para el próximo año está también que la estación intermodal vaya tomando forma. "El compromiso de Fomento y de la Xunta es ese, nosotros estamos haciendo los deberes, reordenar todo el ámbito urbanístico entre la avenida de A Sardiñeira y la avenida de Arteixo para que se pueda hacer la entrada de la intermodal, expropiar lo que haya que expropiar, aunque casi todos los terrenos son municipales", comentó el alcalde, que no se atrevió "a dar fechas" ya que la ejecución no depende del Concello y porque los presupuestos de la Xunta recogen una partida de 426.000 euros para el próximo año y dejan para 2018 la inversión más fuerte, la de ocho millones de euros.

Ferreiro se mostró ayer seguro "al 99,9%" de que el Concello va a entrar en el nuevo año con un saldo positivo y recordó que, a partir del mes de enero, el Gobierno municipal rendirá cuentas a los vecinos. Será un sábado por la mañana al mes. Irán dos concejales o tres y, alguna vez -"cada dos o tres meses"- también el alcalde.

"Cualquiera podrá ir allí y decirle lo que quiera, hacer preguntas, exponer quejas... Es un espacio más amable que el pleno, impone menos", resumió el alcalde en la que fue la recepción navideña a los medios de comunicación. En esta cita reconoció que estaba satisfecho con estos seis primeros meses de Gobierno, que cree que serán "los más difíciles".