Ni los aguaceros caídos a lo largo de su paso por las calles coruñeses ni el vendaval que dificultó la espera a la intemperie impidieron que miles de personas presenciaran esta tarde la Cabalgata de Reyes en la ciudad. A su llegada a la plaza de María Pita los tres magos de Oriente subieron al balcón del Palacio Municipal para saludar a las numerosas personas congregadas en el lugar y fueron presentados por el alcalde, Xulio Ferreiro, quien preguntó a los pequeños si se habían portado bien durante el año. Melchor fue el encargado de hacer de portavoz de los Reyes ante los niños, de quienes, en un perfecto gallego, dijo que no les fallaron a pesar del frío y la lluvia.

Pero el mensaje real tuvo además un marcado carácter social al mencionar que los pequeños no hacen distinciones entre juegos para niños y niñas, así como que ayudan a sus padres a realizar las tareas domésticas.

Y es que la cabalgata de este año se celebraba además destacando el "carácter acogedor y multicultural" de A Coruña. La comitiva llegó a las 20.00 horas a María Pita procedente de la estación del ferrocarril, con 15 carrozas y 564 figurantes que repartieron quince toneladas de caramelos entre los asistentes. Tras la alocución real, el grupo teatral Migallas ofreció un espectáculo musical orientado al público infantil en María Pita.