Fue el primer día de trabajo, un día de toma de contacto, de prometer o jurar que en los próximos cuatro años defenderán el mandato que le dieron las urnas el pasado 20 de diciembre y de empezar a familiarizarse con el que será el escenario en el que intentarán hacer política. Los diputados elegidos por A Coruña de PP, PSOE y En Marea y el senador de En Marea, José García Buitrón, entraron ayer en las cámaras con la sensación todavía de ser ajenos a su funcionamiento.

Este trajín, sin embargo, no les impidió a los representantes coruñeses compartir sus emociones y alguna que otra instantánea, con sus seguidores en las redes sociales.

El diputado de En Marea, Antón Gómez-Reino, explicó ayer que la jornada había sido "muy emocionante" y que, si bien, seguía sintiéndose "intruso" en una institución como el Congreso de los Diputados, la sensación había sido "agradable". ¿Los responsables? Sin duda, "los trabajadores públicos de la Cámara", que consiguieron que los novatos se sintiesen "muy bien" en esta recién estrenada labor.

"Es muy agradable ver la foto, no solo por la edad sino también por la estética de la gente que ahora está en el hemiciclo. Se parece mucho más a la realidad de Galicia y del Estado español que antes, cuando había fundamentalmente hombres de determinada clase y determinada estética", relataba ayer Gómez-Reino, que hizo referencia a la Revolución de los Claveles de Portugal diciendo "o povo é quem mais ordena", para evidenciar la "revolución democrática" emanada de las urnas el pasado mes de diciembre.

Para el diputado del PP Miguel Lorenzo, la de ayer fue la primera vez que entraba en el Congreso, por lo que la novedad era tanto como ciudadano como de representante político. "Te impresiona porque es un edificio lleno de historia y verte allí ejerciendo una responsabilidad te abruma, la verdad es que me impresionó", reconocía sobre la experiencia, en la que destacó que fueron muchos los diputados que se estrenaban, incluso en su propio partido.

Una de las sorpresas de la jornada para Lorenzo fue el descubrimiento entre el personal del Congreso de viejos amigos y compañeros de profesión de los que desconocía que trabajaban allí y que le enseñaron el edificio por dentro. Otro de los reencuentros fue con diputados de otros partidos que conoce de hace muchos años, como es el caso de Toni Cantó, quien ignoraba que Lorenzo había salido elegido. "Había un ambiente bastante cordial, por lo que la primera impresión fue positiva", manifestó el diputado popular, quien expresó su deseo de que todos los miembros de la Cámara tengan "altura de miras" durante esta legislatura. En cuanto a las posibilidades para que se conforme un nuevo gobierno, Lorenzo afirmó. "Si nos dejamos de temas personales y tenemos sentido de Estado creo que se puede conseguir".

Impresión similar despertó el hemiciclo en el socialista Ricardo García Mira. Para él fue "impresionante" sentir con la sesión de ayer que comienza a ser una "pequeñísima parte" de la historia de un Congreso del que destaca su cuidadosa decoración. "Es muy emocionante y un orgullo estar aquí y colaborar a reconstruir el sistema de bienestar de este país", señaló. Mira, que aprovechó su estreno como diputado para sacarse un selfie con el salón de sesiones lleno, se mostraba ayer especialmente optimista por la designación como presidente del Congreso de su compañero de filas y exlehendakari vasco, Patxi López. "Hoy [por ayer] comenzó una etapa de pluralidad y diálogo, que espero que sea de izquierdas", destacó.

A pocos metros del socialista, en el Senado, se encontraba su excompañero de partido José García Buitrón, que salió elegido como candidato de En Marea. El exgerente del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) reconocía después de sentarse en su butaca sentirse todavía algo perdido en un hábitat poco natural para él, como es el de la política institucional, aunque esperanzado con el trabajo que llevará a cabo mientras dure la legislatura.

"Llama la atención, sin embargo, ver cómo en el Senado el PP tiene esta aplastante mayoría teniendo solo un 29% de los votos", remarcaba horas después de abandonar las Cortes. Su primer día como senador también le sirvió para reafirmarse en su definición de esta Cámara como "cementerio de elefantes". "Ves a alguna gente que aquí está claramente para retirarse", comentaba.