La Asociación Hogar de Sor Eusebia ha dado un paso más para convertir en realidad su proyecto de miniviviendas para personas sin hogar. La Consellería de Política Social, con la que se reunió ayer la dirección de la entidad, dio el visto bueno a esta iniciativa, apodada Mi Casita, y se comprometió a realizar todos los trámites para concederle la autorización administrativa.

El plan de la asociación es instalar un conjunto de 20 módulos de viviendas prefabricadas en las que vecinos sin hogar puedan resguardarse y emplear como "espacio vital". Cada una de ellas tendría una dimensión de seis metros cuadrados con lo más indispensable: una cama mínima de 200 centímetros, un inodoro, una mesa de noche y un armario. "Estas son personas que llevan todas sus pertenencias a cuestas. Aquí podrían tener un espacio para ellos, totalmente independiente", indica el director del centro, Diego Utrera.

La ubicación todavía es una incógnita. Inicialmente, estos módulos iban a instalarse en un terreno de la asociación, situado en las inmediaciones del actual Hogar de Sor Eusebia, pero finalmente será el Concello quien cederá un solar de su propiedad. La entidad prevé celebrar una reunión con el edil de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, el próximo 8 de febrero para detallar los pormenores y la ubicación de este espacio.

Desde la asociación consideran que lo ideal sería un terreno lo más céntrico posible, ya que es en el centro de la ciudad donde estas personas pasan la mayor parte del día. En caso de que los módulos se instalen en alguna zona periférica del municipio, desde la dirección estudian la posibilidad de crear un sistema de autobús gratuito que recogiese diariamente a estos vecinos en un punto concreto del centro para luego trasladarlos hasta esta zona residencial.

En la reunión de ayer también estuvo presente el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidade de A Coruña, Fernando Agrasar, que colaborará en el diseño de estos módulos. La idea inicial es convocar un concurso de ideas en el que puedan concurrir grupos de estudiantes de esta titulación de la UDC, acompañados de alguno de los profesores del centro. "Es un proyecto poco convencional, con unidades habitacionales complicadas, pero para nosotros es un reto muy interesante", señala.

Los pormenores del concurso, los requisitos de participación y la composición del jurado todavía no están detallados, si bien Agrasar muestra su intención de que el plazo para presentar los proyectos pueda abrirse durante el primer trimestre del año. "El Hogar de Sor Eusebia quiere tener estas instalaciones listas para final de año, así que los trámites tienen que solventarse cuanto antes", manifestó el director de la Escuela.

¿Y la financiación? El coste, asegura el arquitecto, será variable, y dependerá mucho del diseño. "Habrá que trabajar con un coste bajo", reconoce. Desde la asociación consideran que no será necesario pedir dinero a las administraciones públicas para costear este programa y confían en que pueda asumirse con las aportaciones de empresas privadas que, a cambio de ejercer como mecenas, podrían poner su imagen corporativa en estas pequeñas casas de rápida fabricación.