El Gobierno local y el PSOE vuelven a no entenderse. Los socialistas decidieron ayer por la mañana suspender las negociaciones con el Ejecutivo para pactar los presupuestos municipales de 2016 porque, alegó, el equipo de la Marea Atlántica no les ha presentado hasta el momento "el destino final" del gasto asignado a cada área, al tiempo que, dicen, prepara para este jueves una presentación de un plan de empleo que "no se ha acordado en las negociaciones". El alcalde, Xulio Ferreiro, se mostró "decepcionado" por la decisión de su necesario socio, a quien acusó de no haber presentado ninguna propuesta "cuantificada y seria".

"A Coruña no puede seguir esperando a que el PSOE decida si quiere ser útil para la ciudad o si quiere seguir enredando en sus cuitas internas y en las almas diversas de ese partido", remarcó el regidor, después de que el portavoz de los socialistas, José Manuel Dapena, hubiera asegurado: "El PSOE no puede avanzar en una negociación con la venda en los ojos".

Ferreiro le dio a los socialistas de plazo hasta hoy para mostrar una "señal" de que hay "voluntad negociadora" e insinúa que los de Dapena tienen "reticencias" a dar el apoyo a la renta social municipal, ahora que la asesoría jurídica del Concello avaló formalmente el desarrollo de la ordenanza que la pondría en marcha. "El Gobierno ofreció una comisión técnica donde se resolverían las dudas las 24 horas del día a los representantes del PSOE pero seguimos esperando respuesta", recalcó después de apuntar que este tipo de actitudes "hacen pensar" que la intención de llegar a acuerdos por parte de los socialistas "no es real".

La reunión, finalmente no celebrada, de ayer por la tarde iba a girar en torno a las inversiones en Urbanismo. El viernes se había mantenido la negociación sobre políticas de empleo, que se pospuso al no haber llegado a un acuerdo entre las partes. La negativa de los socialistas a continuar con las negociaciones, que prometen mantener suspendidas mientras el Gobierno no les muestre su "lealtad", pero sin exigir ninguna acción en concreto, dificulta todavía más los planes de Ferreiro de poder aprobar los presupuestos en febrero.

Los tiempos que manejan para la negociación Marea y PSOE quedó claro la semana pasada que son diferentes. Los de Ferreiro propusieron a los socialistas un calendario para poder tener cerradas las cuentas el 8 de febrero, algo que desde el otro lado de la mesa rechazaron. "Nosotros no tenemos ningún tipo de horizonte temporal. Nos preocupa más que sea un buen presupuesto que terminarlo en febrero o no", aseguró el pasado miércoles la concejal socialista, Mar Barcón.

La única reunión que hasta el momento se saldó positivamente tuvo que ver con el capítulo de ingresos, en la que se acordó un incremento de 2,2 millones de euros en las previsiones recaudatorias, pasando de 242,3 a 244,5 millones. Lejos de ser un cambio con vistas a reactivar la economía a través de más gasto público, fuentes municipales aseguran que la leve subida se debe a las liquidaciones de atrasos relativos a la participación del Ayuntamiento en los ingresos del Estado y otros conceptos.

Los socialistas piden al Gobierno municipal una "reformulación" de la relación entre ambos partidos, para que se garantice la "lealtad" y el "cumplimiento de los acuerdos". Ferreiro ya se había mostrado la semana pasada abierto a esta hipótesis, si bien ninguna de las partes concretó una fórmula para ello. "Ahora estamos centrados en los presupuestos", respondía Barcón cuando se le preguntaba por los detalles de esta posible nueva relación.

El BNG, que no participa en estas negociaciones a dos bandas entre Gobierno y PSOE, pidió a ambas partes que abandonen la "dramatización" de las conversaciones y que actúen "pensando en los intereses de la ciudad". "La ruptura de las negociaciones entre el Gobierno y el PSOE sobre los presupuestos es nefasta para la ciudadanía, porque implica mantener prorrogados indefinidamente los presupuestos del PP", indicó su edil, Avia Veira.