La regularización de las terrazas avanza en la zona en el entorno de la calle de la Franja, donde el Concello decidió ensayar la solución para la situación ilegal de las instalaciones, después de que decenas de ellas se quedasen sin licencia por no justificar los requisitos de la ordenanza aprobada hace dos años. Por el momento, según informan fuentes municipales, la mayoría de los hosteleros ya han entregado los papeles y "la percepción es satisfactoria en la mayoría de los casos".

El Concello informa de que, en estos momentos, casi todos los hosteleros aportaron toda la información requerida, que está siendo examinada por los técnicos, en general, con resultado positivo. La intención del área de Mobilidade Sostible es poder empezar a entregar las nuevas licencias "en breve". Cuando se complete el proceso en la Franja, se extenderá a otras calles con abundancia de terrazas. El objetivo, insisten, es "llevar a cabo una correcta conciliación entre los vecinos y los hosteleros". Estudia, por ello, si es necesario realizar alguna modificación en el texto de 2013.

El ensayo en esta zona de Pescadería, un barrio especialmente sensible en cuanto a la ocupación de la vía pública, tenía por objetivo definir un sistema que permitiese eliminar las complicaciones a la hora de observar la ordenanza aprobada en mayo de hace dos años. Los hosteleros se habían quejado de que la aplicación era muy "estricta" y el papeleo técnico urbanístico exigido, muy difícil de abordar para los propietarios.

La empresa contratada por el Concello en 2014 para inspeccionar las terrazas solo había podido aprobar en primavera dos de las 300 solicitudes presentadas por la asociación de hostelería. Llegaron la elecciones y todo quedó estancado. Hasta otoño. Después de que varios hosteleros fuesen apercibidos por la Policía Local, el Concello se reunió con portavoces del sector para resolver el conflicto, que había llevado a decenas de locales a colocar sus mesas sin la autorización pertinente. La idea fue ensayar la reordenación en un área con abundante número de instalaciones, como la Franja y sus transversales, para después poder extrapolar el sistema al resto de la ciudad. A partir de la reunión inicial, el departamento municipal responsable comenzó a emitir cartas a los hosteleros donde se les solicitaba la documentación pendiente de entregar para poder tener todo en regla.

Las terrazas son una "patata caliente", describen desde el Gobierno municipal, que "se fueron pasando de unos gobiernos a otros". En la ciudad hay concedidas unas 30 licencias de las más de 700 que existen. El Concello quiere que la ordenanza municipal sirva como "un nuevo marco de convivencia entre hostelería, vecinos de las zonas en concreto y el resto de la ciudadanía" y que se resuelvan, además, ciertas cuestiones de seguridad, como el acceso de los servicios de emergencia a las calles con terrazas.