El nuevo plan director de Alvedro, que lleva en fase de tramitación seis años, se encalla en el proceso de evaluación ambiental. La ley exige actualizar cada ocho años el documento marco, donde se definen las previsiones de crecimiento y prioridades de inversión. El que está vigente en A Coruña fue aprobado en 2001.

No se ha avanzado ninguna fase en el Ministerio de Medio Ambiente desde abril de 2012. Tras la redacción del documento, en septiembre de 2011 comenzaban los trámites de evaluación ambiental, con un texto que se sometió a exposición pública y se facilitó a las diferentes administraciones implicadas. Y a partir de ahí, ninguna novedad.

Hace un año, AENA eludía poner fecha a la revisión del plan director y achacaba el retraso a las exigencias de aprobar dicha evaluación ambiental de acuerdo con una normativa que entró en vigor en 2013. El ente dependiente del Ministerio de Fomento justificaba que el desarrollo de los pasos necesarios depende de varias administraciones, como la Xunta y el Ministerio de Medio Ambiente, lo que ralentiza aún más las resoluciones.

La demora de la aprobación del documento podría dejar desactualizados los datos y previsiones que contiene. Alvedro es, además, el único de los tres aeropuertos gallegos que carece de dicho ordenamiento. Mientras que el texto que define los planes de AENA para las instalaciones coruñesas data de 2001, el de la terminal de Peinador tuvo luz verde en 2010 y el de Lavacolla fue aprobado en noviembre de 2011.

De acuerdo con la legislación sobre Ordenación de los Aeropuertos de Interés General y su Zona de Servicio, los planes directores de los aeropuertos se actualizarán, "al menos, cada ocho año" y se revisarán "siempre que las necesidades exijan introducir modificaciones de carácter sustancial". Catorce años después desde la aprobación del plan director vigente en Alvedro, AENA todavía no ha podido dar el visto bueno al nuevo. Según estos plazos, en 2017, Alvedro ya tendría que abordar una segunda revisión cuando no tiene ni la primera.

El objetivo de estos planes es el de analizar todas las opciones posibles para el desarrollo futuro de la terminal atendiendo a las necesidades detectadas en los estudios de capacidad-demanda y a la adecuación a las diferentes normativas administrativas que les afecten. Desde la entidad aseguraban el pasado año que estos planes directores son "una guía" para el desarrollo futuro de los aeropuertos pero nunca un plan estratégico de inversiones, por lo que la no aprobación del plan de Alvedro no impide que se puedan destinar partidas presupuestarias a la mejora de las instalaciones coruñesas.

En el documento de inicio que se hizo público en 2011, el Ministerio redacta unas previsiones de tráfico y desarrollo previsible del aeropuerto que se fundamentan en estudios socioeconómicos y de mercado. Para ello distingue tres tramos (horizontes 1, 2 y 3), definidos según el tráfico previsto de pasajeros, mercancías y aeronaves. El horizonte 3 para Alvedro incluye una estimación de pasajeros de 1,8 millones, lo que conlleva que se plantee la ampliación del edificio terminal en unos 14.000 metros cuadrados.

Según el texto, la conexión del AVE entre la ciudad de A Coruña y Madrid no afectará al tráfico de pasajeros por aire. Para calcular los viajeros futuros, los principales factores generadores de tráfico que observaba AENA en 2011 eran el crecimiento de la economía nacional y el turismo. En el primero de estos aspectos, sostenía que habría "una recesión a corto plazo y una posterior recuperación de la actividad", advirtiendo de que "expectativas negativas sobre la marcha económica pueden significar descensos anticipados de la demanda".