Fiscalía y acusación particular mantienen su petición de diez años de prisión para los ocho acusados por el secuestro, durante seis días, de un maderero de Cambre en el también coruñés municipio de Aranga en enero de 2014. Además, el Ministerio Público solicita para cuatro de ellos tres años más de cárcel por tenencia ilícita de armas.

En la última sesión del juicio, Fiscalía ha reclamado que se amplíe la condena por este último delito para Jesús M.P, presunto cabecilla de la trama; José Manuel M.P, su hermano; José Miguel M.R, el hijo del presunto cabecilla; Ramón M.T. y Jesús Manuel M.G, en el caso de este último encargado del traslado del secuestrado en coche.

A estos procesados, se suma la petición, también de diez años de prisión, para Isabel M.S., pareja de José Manuel e hija del matrimonio en cuyo cobertizo estuvo secuestrado Abel D.N. Para este matrimonio, Miguel M.C. y Esther S.T, reclama también la misma condena en concepto de cooperadores necesarios.

Petición de las defensas

Las defensas han solicitado, por su parte, la absolución, aunque el abogado del presunto cabecilla y de su hijo ha pedido que se les aplique, subsidiariamente, la pena de tres años y un año y seis meses de prisión, respectivamente, en caso de no admitirse las eximentes y atenuantes planteadas.

Algunos se han sumado a la petición de penas subsidiarias reclamando, en caso de no tenerse en cuenta su petición de absolución, que los hechos sean considerados como complicidad y no como secuestro. Así lo ha planteado, entre otras, la defensa de Ramón M.T.

Frente a las tesis defendidas por los letrados, que, en algunos casos, alegaron la existencia de "miedo insuperable" por parte de sus clientes al presunto cabecilla de la trama, la Fiscalía ha pedido que se aplicasen las agravantes de aprovechamiento de circunstancia del lugar (después de que el secuestro se produjese en un lugar despoblado) y de abuso de superioridad.

"Trato inhumano" para Fiscalía y acusación

"Era uno frente a cinco", ha dicho en alusión a la víctima y sus presuntos secuestradores. Mientras, ha defendido que no hubo "impulsividad ni improvisación" en los hechos.

"Lo que tumbó el delito fue la eficacia de la Guardia Civil", ha expuesto. También ha calificado de "inhumano y degradante" el trato recibido por la víctima. Del presunto cabecilla, ha dicho que si queda en libertad "volverá a delinquir".

Similar exposición, ha hecho el letrado de la acusación, José Ramón Sierra, quien ha alegado también "abuso de superioridad". Además, ha rechazado su "imposibilidad" para pedir ayuda. "Sabía que le podían pegar un tiro y escuchó que si escapaban le podían pegar cuatro tiros", ha indicado sobre las conversaciones que, presuntamente, habrían mantenido los procesados.

Por el contrario, el abogado del presunto cabecilla ha puesto en duda las secuelas de la víctima tras los hechos. Así, ha cuestionado que estuviese durante un rato en la cuarta y última sesión del juicio "si tiene miedo".

Ha alegado también que el hijo del presunto cabecilla actuó "bajo el miedo insuperable" a su padre y que éste tiene las capacidades volitivas y cognitivas "mermadas", además de un "trastorno adictivo múltiple". Para todos los procesados, Fiscalía y acusación han pedido que se les impida aproximarse a la víctima durante diez años más.