Desde 2011, con el inicio del mandato del Gobierno local anterior, los coruñeses se han ido familiarizando con el término Smart City. Así se bautizó el programa de modernización tecnológica de A Coruña cofinanciado por Europa. Era el proyecto estrella de la agenda digital del anterior Ejecutivo, prácticamente culminado hoy con la finalización de la plataforma operativa y de los 14 pilotos del programa, diez de ellos ya en funcionamiento, según respondió la semana pasada el Gobierno actual de Marea a una pregunta del grupo popular.

A través de los pilotos, el Ayuntamiento dispone de nuevas herramientas con las que mejorar la gestión de aspectos relacionados con el suministro de servicios, el medio ambiente o la movilidad y reforzar la interacción con los vecinos. Con Smart City, los ciudadanos pueden por su parte, a través de canales electrónicos (ordenadores, teléfonos móviles), realizar tramitaciones administrativas o consultar informaciones útiles sobre la ciudad y sus servicios e intervenir en plataformas de participación.

Coruña Smart City ha costado 11,5 millones de euros, financiados por el Concello a través de la Fundación Emalcsa y la UE mediante el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional (Feder), que ha aportado el 80% del precio total. Se ha pagado en plazo el 99,4% de la inversión. En la creación de la plataforma tecnológica y de los programas han participado una treintena de empresas locales y nacionales, entre ellas una UTE integrada por Indra, Ilux, R y Altia, para desarrollar sus sistemas operativos. Los catorce pilotos fueron adjudicados por más de 5 millones de euros.

Pero Smart City parece todavía, como cuando se comenzó a hablar de ello, un concepto abstracto y complejo, más alejado del uso ciudadano y más provechoso para la Administración. Sí y no. Cuatro de sus pilotos permiten que la gestión de los asuntos burocráticos de los vecinos con el Ayuntamiento sea más cómoda y rápida y acercan más al coruñés a la información cultural, turística y de ocio que proporciona la ciudad; otros dos conseguirán mejorar aspectos vinculados a la movilidad y el tráfico; estos seis pilotos tienen más protagonismo y utilidad en la vida cotidiana de los usuarios, son más visibles y palpables. Los otros ocho, más distanciados del uso directo vecinal, ejecutan actuaciones de carácter más técnico a cargo de departamentos municipales que contribuyen a desarrollar ese nuevo modelo de A Coruña.

Administración electrónica. Ya operativo. Sin salir de casa, el ciudadano puede a través de un canal electrónico iniciar, desarrollar y concluir trámites con el Concello como presentar documentos en

el registro municipal, expedientes

de urbanismo, licitaciones, facturaciones, certificaciones y multas. Podrá hacer un seguimiento actualizado de cada gestión y modificar o corregir aspectos de la tramitación sin pérdidas de tiempo.

Eventos. Operativo. Funciona con una aplicación para smartphone que permite al usuario disponer a cualquier hora de toda la información sobre los actos y actividades de la ciudad: conciertos, espectáculos, fiestas, obras de teatro, exposiciones, talleres, cursos? La herramienta da información sobre precios, ofertas, horarios y plazos y aporta también la integración con las redes sociales.

Visitas guiadas. También en funcionamiento y a través del teléfono móvil. El ciudadano dispone de

un callejero completo y una ubicación vía GPS para conocer los lugares y espacios de interés más cercanos a su posición y tener información sobre ellos. Puede organizar itinerarios, planificar visitas y compartirlas con otras personas. Algunas de las rutas smart activas son Picasso Mozo, Cando A Coruña era Marineda, Prazas con poder o A cidade do vento.

Interacción ciudadana. Operativo. Una aplicación ofrece al ciudadano la posibilidad, desde su móvil o su ordenador, de notificar incidencias o desperfectos, proponer actuaciones de mejora o reparaciones, completar información municipal, opinar sobre aspectos de la ciudad o transmitir a la Administración local el estado de sus tramitaciones y gestiones.

´Parking´ inteligente. Está finalizado y se está configurando su sistema de sensores. Aportará ventajas significativas a los ciudadanos ya que con un portal web y una aplicación móvil y mediante las imágenes captadas por cámaras y datos expuestos en paneles y tótems instalados en determinados puntos de la ciudad recopila información sobre las plazas de estacionamiento libres en los aparcamientos, zonas de carga y descarga y espacios reservados para personas con movilidad reducida.

Optimización del tráfico en tiempo real. Se está terminando de configurar los sistemas. Su objeto es informar al ciudadano de la situación del tráfico rodado y evitar congestiones en la circulación. En las vías prioritarias vigiladas (las marcadas con carril amarillo en el centro de la ciudad entre Federico Tapia y San Andrés) se han instalado cámaras y aparatos de detección para visualizar el tráfico. En zonas peatonales se han colocado cámaras de control de accesos y salidas. Y para informar a los vecinos se han instalado paneles con datos sobre la situación de la circulación rodada en tiempo real que también se pueden consultar en la aplicación correspondiente al sistema de optimización del tráfico.

Calidad del agua. La gestión del agua acapara cinco pilotos de Smart City, casi todos operativos. Uno de los programas tiene instalados dispositivos y sensores que miden las características físicas y químicas del agua para conocer en detalle su calidad. El sistema ayuda a garantizar el suministro de agua potable en los domicilios coruñeses y alertar sobre posibles anomalías en sus condiciones. Además facilita información sobre la calidad, la temperatura, corrientes, oleaje y estado general del agua de las playas.

Telegestión de redes de saneamiento y abastecimiento. Para evitar que se desperdicie el agua debido a fugas o problemas en las tuberías, este piloto ya activo en el municipio controla permanentemente el flujo y el caudal de agua para detectar percances o averías mediante el funcionamiento de aparatos de medición y sensores en las propias redes de abastecimiento, embalses, tuberías y estaciones de tratamiento de agua potable.

Telegestión de contadores de agua y gas. Funciona también con sensores que captan datos del consumo de agua y gas de la ciudad y los transmiten a la plataforma tecnológica. Con la información, disponible para los ciudadanos en una aplicación móvil, los orienta para tener hábitos de consumo más responsables o ahorrar en sus facturas y ayuda al mismo tiempo a los gestores a diseñar planes de ahorro.

Riego inteligente. Opera ya en trece parques y jardines de la ciudad donde están instalados dispositivos de medición de la humedad y de las condiciones de la tierra y las plantas cuya información envían a la plataforma Smart, conectada a su vez con las estaciones meteorológicas de A Coruña. Esta conexión permite activar, solo cuando sea necesario, el sistema de riego, de manera que no se desperdicie agua.

Proyecto BIO. Viene a completar los demás pilotos relacionados con el uso y el consumo agua, ya que a través de la bioacústica o captación de ruido controla permanentemente la red y puede detectar fugas

y funcionamientos irregulares con rapidez para actuar de forma inmediata. También genera patrones para predecir disfunciones y mejorar el servicio. Aún no está operativo.

Control de calidad del aire y del ruido. Funciona también con sensores capaces de medir las condiciones ambientales en cada momento en puntos estratégicos de la ciudad. El sistema detecta por un lado partículas en el aire que beneficien o perjudiquen a los vecinos para identificar causas y tomar decisiones y, por otra parte, recoge niveles de ruido para señalar en qué zonas se registran altos índices de contaminación acústica y determinar de qué modo se pueden establecer medidas de seguridad ambiental. El aire y el ruido ya se monitorizaban antes del desarrollo del proyecto Smart City.

Eficiencia energética en edificios públicos. A través de un software inteligente y de sensores de control de iluminación y climatización, la Administración local obtiene datos de consumo de suministros eléctricos, agua y gas en 54 inmuebles de uso público y en la Casa del Agua, compara tarifas y analiza parámetros de consumo. Con esa información adopta medidas para evitar una utilización excesiva de los servicios y alcanzar ahorro energético.

Mejora energética de la ETAP de A Telva. Este piloto, ya operativo, concierne a la estación de tratamiento de agua potable de A Telva, en el concello de Cambre, una de las más antiguas que hay en España. El sistema analiza su funcionamiento con aparatos de medición y sensores para automatizar sus procesos y reducir el consumo energético de la propia instalación.