El aeropuerto de Alvedro sigue pendiente de la resolución que emita la entidad Enaire, que es la encargada de decidir qué ayudas a la navegación se deben instalar en las pistas para facilitar la aproximación de las aeronaves.

Fuentes oficiales de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) explican que, hasta que no se presenten las conclusiones de Enaire, no se podrán realizar mejoras en las instalaciones de Alvedro para evitar días como el del pasado viernes, en el que el aeropuerto estuvo virtualmente cerrado porque la cabecera sur, la más alejada de la ría de O Burgo, carece de sistemas que ayuden a los pilotos a realizar las maniobras de aterrizaje con climatología adversa. Entonces, hubo tres desvíos y dos cancelaciones de vuelos procedentes de Madrid, Londres y Barcelona.

En marzo del año pasado, en declaraciones a este diario, el director del aeropuerto, Jesús Campo, ponía en manos de "los expertos en navegación aérea" la solución a los desvíos en Alvedro y decía que se habían creado ya "grupos de trabajo" para evaluar cómo se podría mejorar la aproximación a Alvedro. Según fuentes de AENA, estos estudios se han tenido que reformular después de que en junio entrase en funcionamiento la ampliación de la pista, en su cabecera sur.

Tras los desvíos del pasado viernes, tanto el comité de empresa del aeropuerto como el concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, reclamaron al Ministerio de Fomento la instalación de un sistema de aterrizaje instrumental, conocido como ILS, como el que hay en la cabecera norte, la más cercana a la ría.

No es la única posibilidad que se pone sobre la mesa, el presidente del comité, Justo Pérez Ceán, en octubre del año pasado, ya había pedido la instalación de unos "satélites" de ayuda a la navegación. Los presentó como una alternativa más precisa y más económica que el ILS y que está ya operando en otros aeródromos. La plataforma Vuela Más Alto también ha reclamado en innumerables ocasiones la puesta en marcha de mejoras -satélites o ILS- en la pista sur para evitar que el viento del norte tras la puesta de sol impida el aterrizaje de los aviones. Y es que, esta situación, además de los inconvenientes que acarrea a los afectados, tiene una consecuencia en las estadísticas de pasajeros, ya que, los aviones que no aterrizan en Alvedro tampoco pueden despegar, con el trasvase de viajeros que eso implica para el aeropuerto de Santiago, que gana usuarios en detrimento del de A Coruña. Durante los meses en los que la cabecera norte tuvo que funcionar con el ILS apagado, por las obras de ampliación de la pista en 2014, se produjo un repunte en los desvíos.