Margarita Novales, profesora de Ingeniería de Caminos y directora del aula Compañía de Tranvías de la Universidade da Coruña, insiste en que definir con claridad un modelo de ciudad y de su área metropolitana permitirá alcanzar con más agilidad soluciones a los problemas de movilidad. Se refiere tanto al funcionamiento del transporte público, como a las conexiones con la comarca o a la ampliación de la avenida Alfonso Molina.

-¿Qué provoca que sea tan difícil llegar a acuerdos en materia de movilidad, como ocurre con la reforma de Alfonso Molina, o que tarden en abordarse mejoras en el transporte público?

-Hay que tomar una decisión clara porque el espacio urbano que tiene A Coruña es muy limitado. Debe saberse qué modos y medios vamos a potenciar más y cuáles menos. La tendencia que hay es la de potenciar el modelo del vehículo privado y eso está un poco obsoleto. Con esto no estoy diciendo que no haya que ampliar Alfonso Molina, ese es un problema que hay que analizar con mucho detalle. Hay que plantearse cómo es la movilidad en toda el área metropolitana y resolverla con soluciones que no estén solo basadas en el coche privado porque va a llegar un momento en el que en el centro de la ciudad no tengamos espacio para todos los coches que entran.

-¿No es eficiente el transporte urbano en ciudad y comarca?

-En el centro urbano tenemos un 14% de movilización del transporte público y en el área metropolitana está por debajo del 9%, según datos del plan de movilidad. Se debe a que el servicio que damos hacia la comarca no es suficientemente bueno. Hay que resolverlo.

-Eso parece un reto permanente y con frecuencia se habla de que influyen los hábitos de los ciudadanos. ¿Qué medidas se deben impulsar para resolverlo?

-Los usuarios toman sus decisiones en función de qué es lo más conveniente para ellos, y eso está influido por condicionantes externos. Solemos hacer aquello que nos sale más barato y más barato no significa estrictamente en coste, sino en coste, tiempo y comodidad para nosotros. Si valorando todo esto es el coche lo que nos sale más barato, está claro que nuestra decisión va a ser el coche, y no podemos pretender que el usuario cambie de modo sin cambiar los condicionantes externos. Los ciudadanos tienen que cambiar, pero no porque les obliguemos, sino porque es más favorable tomar otras decisiones en materia de movilidad.

-¿El transporte público tiene las de perder?

-Si tu desplazamiento habitual en el coche al trabajo desde Oleiros, por ejemplo, te lleva 15 minutos y en autobús 45, es muy difícil que decidas cambiar. Si logramos que el transporte público empiece a ser relativamente competitivo con el coche privado, teniendo en cuenta incomodidades de este como buscar aparcamiento, lograremos que los usuarios cambien. No podemos hacer que la gente cambie hacia hábitos más incómodos.

-¿Demandan los universitarios mejoras en la red de transporte público hacia los campus?

-No lo sé. La línea universitaria es de las mejores líneas de A Coruña. Es verdad que muchas veces se habla de las conexiones desde los barrios y de si tendría que haber líneas directas desde los barrios. Las hubo y se quitaron porque el servicio, al bajar frecuencias, fue peor. Pero el corredor concreto de servicio hacia la universidad es muy bueno y Tranvías lo cuida mucho. Yo creo que los estudiantes tienen esa impresión.

-¿Por qué no se llega a un acuerdo por Alfonso Molina?

-Creo que es una cuestión política, pero el problema en parte es que no está definido el modelo de ciudad ni de área metropolitana, por eso es muy difícil tomar decisiones. Si no hay consenso en ese sentido general respecto al modelo claro de ciudad, no habrá soluciones concretas sobre movilidad.

-¿Son compatibles el cuarto carril y humanizar la vía?

-El espacio es el que hay. Con voluntad se puede llegar a consensos entre todos y en todos los ámbitos. El problema concreto está ahora muy radicalizado, por eso no sé si se va a conseguir consenso.