Los expertos en navegación aérea de la entidad Enaire, que está adscrita al Ministerio de Fomento y a la que se ha encargado el estudio de las mejoras que se pueden aplicar en el aeropuerto de Alvedro para evitar desvíos por causas meteorológicas, han descartado ya la instalación del sistema instrumental ILS en la cabecera sur de la pista, la más alejada de la ría de O Burgo.

Los técnicos abogan por automatizar la maniobra de aproximación a la pista por la cabecera sur, es decir, que los pilotos puedan poner "en su plan de vuelo" unas "coordenadas concretas" que les ayuden a aterrizar, garantizando, de este modo, que la maniobra se hace siempre "por el mismo sitio", tomando las mismas referencias.

Ahora, esta maniobra se realiza "de manera visual", sin que existan mecanismos que faciliten este trabajo de acercamiento a la pista a los pilotos. Normalmente, los aviones aterrizan entrando por la cabecera norte, la más cercana a la ría, que sí está dotada de ILS; aunque si las condiciones no son adecuadas, por ejemplo, porque el viento sopla a favor del movimiento del avión, en lugar de en contra -que es como se debe entrar en pista-, los pilotos suelen hacer un quiebro en su recorrido para intentar la aproximación a Alvedro por la cabecera sur (llamada también 03).

Los desvíos -tan solo el pasado viernes hubo tres y dos cancelaciones de vuelos- suelen producirse en esta cabecera, ya que, si se ha puesto el sol, los pilotos no tienen referencias visuales para poder efectuar el aterrizaje.

Otra de las posibilidades que entró en el estudio realizado por los expertos de la entidad Enaire y que habían reclamado en varias ocasiones tanto los representantes del comité de empresa del aeropuerto como la plataforma Vuela Más Alto, es la de la instalación de satélites de ayuda a la navegación aérea.

Si bien no está descartada del todo, fuentes de Enaire explicaron ayer a este diario que, actualmente, no es una opción que se pueda implantar en Alvedro "por seguridad". La empresa mantiene abierto el estudio en este punto para ver si, aplicando medidas complementarias, se puede contemplar también esta posibilidad para combatir desvíos y cancelaciones.

Las conclusiones del trabajo realizado por Enaire, según fuentes de la entidad, se han enviado ya a las compañías aéreas que operan en Alvedro, también a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y están pendientes de recibir sus aportaciones, para cerrar el documento, ya que tendrán que estudiarlas y ver si tienen cabida en el proyecto. Una vez definida la teoría de la aplicación de estos sistemas de ayuda a la navegación, se realizarán unos vuelos de prueba para ver la efectividad de la alternativa elegida.

Tras testar las ayudas al aterrizaje sobre el terreno, el proyecto se remitirá a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) que será la encargada de dar el visto bueno a su entrada en funcionamiento en Alvedro.

Para estas actuaciones no hay plazos marcados, ya que no se ha establecido un periodo de consultas con fechas límite, aunque desde Enaire apuntan a que, si reciben las aportaciones de AENA y de las compañías aéreas implicadas "en un plazo razonable", podrán realizarse los vuelos de prueba "en las próximas semanas".

Enaire deja claro también que eso no implica que las ayudas a la navegación se vayan a implantar inmediatamente, ya que no será hasta que la AESA acredite que cumplen todas las medidas de seguridad necesarias cuando se apruebe su puesta en marcha. En este trámite Enaire carece ya de potestad, ya que depende de una agencia diferente.

A preguntas de este diario, fuentes de AENA dijeron el pasado martes que el estudio de los técnicos encargado a Enaire todavía no estaba terminado, por lo que el aeródromo estaba en la misma situación que un año atrás. Sin un plan de ruta para la mejora de sus números, ya que los desvíos y cancelaciones que sufre Alvedro hacen que su estadística de viajeros baje -dejándole en ocasiones a las puertas del millón de usuarios, que se suele marcar como objetivo cada ejercicio- y engrose la de las infraestructuras receptoras, casi siempre, el aeropuerto de Santiago, que recibe los pasajeros que no pueden aterrizar en Alvedro.

El concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, reclamó la semana pasada a Fomento la instalación de un sistema de aterrizaje y pronosticó un peor resultado del esperado en el número de pasajeros para el mes de febrero. "Por cada avión que no aterriza tampoco despega así que si cada vuelo lleva cien pasajeros, estamos hablando de muchos usuarios", comentó entonces el edil.

Segundo examen

La empresa Enaire tenía ya el año pasado un estudio similar sobre cómo se podían mejorar las aproximaciones en Alvedro para evitar cancelaciones y desvíos. Según fuentes de la entidad, cuando ya estaba en su tramo final, tuvo que ser rehecho, ya que en junio de 2015, entró en funcionamiento la ampliación de la pista, que cambió las condiciones en las que operaban las aerolíneas. Y es que las mediciones realizadas y las referencias tomadas hasta el momento ya no eran válidas.