Los usuarios del servicio de alquiler de bicicletas, Bicicoruña, tienen un 25% de probabilidades de que los lectores electrónicos no identifiquen su tarjeta Millennium cada vez que la introducen para retirar un vehículo. De los 324 sistemas de identificación repartidos en diferentes puntos de aparcamiento de la ciudad, 80 no funcionan, según señalaron a este diario fuentes de Emalcsa, la empresa pública municipal que gestiona el servicio.

El problema, según indican estas mismas fuentes, tiene su origen en el nuevo sistema de lectura de tarjetas introducido por la empresa proveedora, que provocaban que muchas tarjetas quedasen atrapadas en las ranuras de entrada. Bicicoruña, que contaba con un stock de lectores antiguos, pudo ir haciendo frente a las averías hasta octubre, cuando acabó todas sus reservas.

Ante la imposibilidad de comprar nuevos dispositivos, desde el servicio trataron de repartir los lectores averiados de forma equilibrada entre las diferentes paradas, de forma que ninguna de ellas quedase totalmente inservible y se pudiesen continuar retirando los biciclos, aunque solo fuese de unos pocos enganches. Los dos puntos de estacionamiento más afectados fueron el del Millenium y el ubicado junto a la Casa de los Peces, ambos a causa del salitre del mar.

Según indicaron desde Emalcsa, no fue hasta la semana pasada que llegó un nuevo modelo de lector de tarjetas que, según las primeras pruebas realizadas, no está dando problemas. El dispositivo ya se ha instalado en el aparcamiento del Millenium donde, actualmente, los 16 lectores funcionan correctamente.

Las previsiones del Concello apuntan a que en un plazo de tres meses todos los aparcamientos de la ciudad podrán funcionar sin problemas, en cuanto la empresa proveedora fabrique todas las unidades de identificación de Millenium necesarias. El Ayuntamiento prevé que la próxima parada en repararse al 100% sea de la Casa de las Peces.

En las próximas semanas está proyectada la apertura de un nuevo punto de aparcamiento en Puerta Real, a la que solo faltan por instalar los lectores y conectarlos a la red. Algo más tardará en llegar el aparcabicis de O Castrillón, que se situará junto al nuevo polideportivo del barrio. Su apertura, según apuntan desde el Concello, estará condicionada a la puesta en marcha de este equipamiento público.

Desde Emalcsa también indican que uno de los problemas de mantener el servicio se deriva de que los puntos de enganche de las bicicletas solo pueden ser reparados en días sin lluvia, ya que el sistema tiene que ser desmontado casi por completo y no se puede mojar su interior. "Y, a diferencia del anterior, este año no está ayudando especialmente en este sentido", manifiestan desde Emalcsa.

Las deficiencias generaron numerosas quejas de los usuarios a lo largo de las últimas semanas, no solo por los lectores de tarjetas como por el mal estado de las bicicletas, en las que denuncian problemas con los sillines, los timbres y las cadenas. A este respecto, y aunque desde Bicicoruña reconocen la antigüedad de algunos de estos biciclos, aseguran que el índice de reparaciones y averías entra "dentro de lo normal".

El servicio de alquiler de bicicletas, puesto en marcha en 2009, registró el pasado año su récord histórico de usuarios, en buena parte debido al buen tiempo. A finales de noviembre del 2015, el número de usos llegaba ya a los 190.000, frente a los 175.000 de 2014.