La decisión del Ejecutivo de Marea de modificar la concesión del ascensor y el mirador del monte de San Pedro con el cierre de ambos servicios la mitad del año -solo abrirán unos 190 días frente a los 290 actuales-, tomada ayer en la Junta de Gobierno Local, responde a la necesidad del Concello de reducir el déficit que produce la explotación de cada instalación, que en todos los años de funcionamiento han ocasionado pérdidas que abona el Ayuntamiento a la concesionaria, según le obliga el contrato. El elevador y el mirador de la cúpula abrieron hace nueve años, en abril de 2007, y entre el primer año y 2014, el último del que se tienen datos, suman más de tres millones de euros de pérdidas. Según el Ayuntamiento, los 190 días de apertura de las instalaciones concentran el 85% de las visitas que reciben.

El Gobierno local calcula que con el cambio en la concesión, que es por 50 años a la empresa Miramar de San Pedro, podrá reducir el déficit de estos servicios en cada ejercicio un 40% al ahorrarse unos 190.000 euros anuales. La vigilancia, limpieza y funcionamiento de cada instalación y el pago al personal han causado todos los años un gasto muy superior al volumen de ingresos obtenidos por la venta de billetes para usar el ascensor panorámico, que en la actualidad cuesta 3 euros, y el mirador, que vale 2.

El primer año, en el que los viajes fueron gratuitos y ascensor y mirador comenzaron a funcionar en abril, los números rojos fueron de 346.063 euros. En 2014 rozaron los 434.000. En ocho años sumaron los 3,02 millones. En 2007 se alcanzó la cúspide de asistencia, más de 107.000 visitantes. El precio del billete se estableció a comienzos de 2008 en 1,5 euros y subió a tres euros en octubre de 2010; la cifra de usuarios disminuyó progresivamente hasta los 25.714 de 2014.

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Con el fin de aliviar las pérdidas, el Gobierno bipartito del PSOE y el BNG subió el precio a tres euros en 2010, aunque ni el entonces alcalde, Javier Losada, ni la edil de Hacienda, Carmen Marón, reconocieron que el incremento pretendía atajar el déficit. La concesionaria redujo gastos en seguridad y personal, pero la cifra de visitantes siguió cayendo en picado sin poder contener las pérdidas de forma significativa.

Durante el mandato del PP, Medio Ambiente elaboró un estudio para mejorar la viabilidad económica del ascensor, del que no se conocieron actuaciones prácticas.