El Concello ha decidido aplicar un "margen necesario" a su decisión de adelantar el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles Impuesto de Bienes Inmueblesa entre mayo y septiembre, en lugar de entre septiembre y diciembre, que aprobó en febrero para este mismo año. El Gobierno local asegura que adopta su decisión por "sensibilidad" con los ciudadanos que veían afectada su "planificación" económica con la medida.

El Gobierno local da marcha atrás en su decisión después de no contar con el apoyo de la oposición, que aprobó una moción en el último pleno en la que le instaba a mantener el cobro del impuesto entre septiembre y diciembre. Este año, el IBI se pagará, como el anterior, del 15 de septiembre al 5 de diciembre. En 2017, el Concello lo cobrará, según anuncia, "entre los meses de junio a septiembre".

"Podemos facilitar la transición hasta el próximo año -argumenta la edil de Facenda, Eugenia Vieito-, pero el cambio en el calendario fiscal es una necesidad urgente para el Concello, puesto que tenemos que distribuir de modo más racionado la entrada de ingresos para evitar que se vuelva a producir tensiones como las acontecidas durante 2015, que obligaron al Concello a recurrer a una operación de tesorería e imposibilitaron el cumplimiento del período medio de pago a provedores que impuso el Goberno central en septiembre de 2014".

El Ejecutivo aplaza así a 2017 el cambio previsto en el cobro del IBI. Reconoce, según fuentes del Gobierno, que este año no hubo tiempo para difundir de forma adecuada el pago fraccionado de este tributo en hasta seis cuotas y que la intención del aplazamiento es ofrecer más margen a los ciudadanos ante los nuevos cambios del calendario fiscal. El Gobierno local adelantó el cobro del impuesto siguiendo las instrucciones de la Tesorería municipal para adelantar este ingreso, el de mayor importe del Ayuntamiento, y evitar problemas de liquidez a mediados de año.