Los ingenieros informáticos David Albela y José Basalo han recurrido a la red de pagos Bitcoin para dar utilidad al proyecto empresarial en el que trabajan en el vivero de la Universidade. Bitcoin, creada en 2009 en Japón, es una moneda digital que usa tecnología entre una parte y otra para operar sin la intermediación de una autoridad central o un banco, de manera que la gestión de las transacciones y la emisión de bitcoins o unidades monetarias digitales se lleva a cabo de forma colectiva por esa red. La idea de estos estudiantes, que llevan medio año en su despacho de la UDC, la bautizaron Coincelt y tiene como objeto facilitar un servicio de carteras y microtransacciones.

"Pretendemos crear una plataforma para bitcoins con carteras multifirma, microdonaciones a través de redes sociales y una pasarela de pagos para el comercio electrónico bajo las premisas de seguridad, facilidad y confianza de los usuarios. ¿Qué pasa si nos roban datos o perdemos las claves? Ofrecemos la posibilidad de garantizar la seguridad del dinero que se usa en internet mediante distintas firmas digitales", resumen Albela y Basalo, traduciendo a un lenguaje lo más profano posible la complejidad técnica de su proyecto.

Bitcoin permite transferir valor en cuestión de minutos, está preparado para el uso de microtransacciones y las comisiones por transferencia son muy bajas, añaden los emprendedores junto a una pizarra con anotaciones y mensajes.

En mayo de 2010 se hizo la primera compra de la historia con moneda digital, dos pizzas a cambio de 10.000 bitcoins. Con el paso de los años, las bitcoins se han convertido en una forma de pago ideal en internet. La media del volumen de transacciones diarias el año pasado superó los 289 millones de euros.