Poco antes de que los agentes impidieran circular por la Marina a los coches privados, el vecino Lisardo Villasuso, frente al edificio del Puerto, ya aplaudía la restricción del tráfico y las obras generales hechas en la zona: "Esto ha quedado precioso. Vengo de María Pita y da gusto moverse de allí para aquí. Se trata de que el peatón tenga más comodidad que los conductores, que ya hay demasiados coches en todas partes".