El patrón coruñés Manuel Iglesias ha recibido una carta de la Capitanía Marítima de Santander en la que le comunica que le ha abierto un expediente sancionador por tener en su barco, el Cabo Hornos Dos, izada la bandera española "de manera incorrecta" al portar otra, la gallega, "con dimensiones superiores" a las legalmente establecidas.

Iglesias defiende que, al igual que aquel 20 de marzo que estaba atracado en el puerto de Santoña (Cantabria) el tamaño de las dos enseñas que lleva es el mismo, que no ha cambiado las banderas que tanto tiempo llevan en su barco y que, hasta este mes, nunca le habían causado ningún problema. Se enfrenta ahora a una "falta grave" que, según la ley vigente, puede llegar hasta los 120.000 euros.

El parte dice que puede haber contravenido cuatro puntos que rigen el enarbolamiento de las banderas en los barcos. El primero recoge que todas las embarcaciones, sea cual sea su actividad, llevarán "como único pabellón, la bandera de España". El segundo artículo hace referencia a su ubicación, que tendrá que estar ubicada "en el asta de popa" y "en el palo mayor".

En este punto, la ley dice también que ninguna otra bandera podrá estar izada si no lo está la española y que, en caso de que se lleve otra enseña, ésta no podrá ser superior en superficie a un tercio de la española. En el tercer punto se reconoce el derecho a izar las banderas de las comunidades autónomas, aunque se hace referencia a su tamaño que, en todo caso, será inferior al de la española.

"Es surrealista", dice Manuel Iglesias que reivindica su derecho a lucir la bandera gallega en su barco y que considera que no ha cometido ninguna infracción, porque "Galicia es una nación dentro del Estado español".

"Yo me pregunto si los que agentes de la Patrulla Fiscal que me denunciaron no tendrían nada mejor que hacer. Veo un afán recaudatorio en este expediente y unas ganas de acabar con la pesca de bajura", explica Manuel Iglesias, que se pregunta "¿cuántos edificios públicos hay en Cataluña y en el País Vasco y en Galicia que no tengan ni la bandera española?" y a los que "no se les hace nada".

Dice Iglesias que, de saber cómo le iría esta campaña en Santoña, no habría movido su barco rojo del puerto, que no se habría embarcado con cinco hombres -de los que dependen cinco familias- para "perder dinero" porque la pesca de la xarda no fue todo lo fructífera que esperaba, sobre todo por el tiempo que les dejaron faenar, que fue muy poco, "unos días, nada más", comenta Manuel Iglesias.

Para el patrón del Cabo Hornos Dos este expediente abierto es una estocada más a un barco que ya tiene bastante con dedicarse a las artes menores, con enfrentarse a los temporales del invierno, a la fiereza del mar y a los bajos precios de la lonja, a la rebaja de las cuotas y a los aparejos rotos.