El Gobierno local solicitó a la Consellería de Educación que el barrio de Novo Mesoiro quede dentro del área de influencia del colegio público Salgado Torres, ya que esta medida permitirá a los alumnos que residen en esa zona -la mayoría de los que acuden a este centro- tener acceso al transporte escolar. La imposibilidad de disfrutar del autobús costeado por la Xunta obliga a los familiares de los niños a llevarlos por sus propios medios, lo que supone un trastorno, ya que el centro se encuentra a más de 4 kilómetros de distancia del barrio.

El único colegio público existente en la zona de Novo Mesoiro es el Manuel Murguía, situado en Feáns, aunque sus reducidas dimensiones hacen que sea totalmente insuficiente para satisfacer la demanda escolar del barrio, el que cuenta con una mayor población infantil en el municipio, por lo que la mayoría de los estudiantes se ven obligados a acudir a los centros del municipio más próximos.

La Asociación de Nais e Pais del Salgado Torres llevó a cabo una recogida de firmas para exigir el acceso al bus escolar y se propuso que este servicio fuese compartido con el colegio Alborada, situado a muy corta distancia, con el fin de rentabilizarlo.

La asociación de vecinos de Novo Mesoiro colaboró con los familiares de los alumnos en la recogida de firmas y reclamó al Concello que mediase ante la Xunta, lo que animó al Gobierno local a plantear a Educación la inclusión del barrio en la zona de influencia del Salgado Torres para tener derecho al uso del autobús.

La escasez de plazas escolares suscitó la exigencia al Gobierno autonómico de la construcción de un centro educativo en Novo Mesoiro, aunque Educación en principio se dio tres años de plazo para decidir si atendería esta demanda. Con la llegada de Marea Atlántica al Gobierno local, el alcalde, Xulio Ferreiro, expuso esta necesidad al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la primera reunión que mantuvieron.

El Gobierno gallego incluyó posteriormente en sus presupuestos para este año una partida de 627.000 euros para el colegio de Novo Mesoiro, aunque las obras aún están lejanas, puesto que será necesario modificar el plan general para hacer posible la instalación del centro en la parcela hasta ahora ocupada por los huertos urbanos municipales.

Otra de las demandas del barrio, la dotación de más personal para el centro de salud del barrio, será motivo también de una recogida de firmas por parte de la asociación de vecinos, que reclama un pediatra más tras la decisión de Sanidade de cerrar el cupo del único especialista existente por haber alcanzado el número máximo de pacientes. La única contestación que recibió la entidad vecinal de la consellería fue la que proporcionó a los medios de comunicación, que para el presidente del colectivo, Xosé Aller, "carece de todo sentido", ya que se basa en la inexistencia de pediatras que puedan cubrir esa plaza.

"Pongan ustedes las plazas a ver cuánta gente las pide", replica Aller, quien añade que los vecinos reclamarán un turno de tarde completo para el centro de salud -en el que existe una planta totalmente vacía- que disponga de médico, pediatra y matrona, ya que tampoco hay servicio de esta última profesional.