La presidenta de la asociación de vecinos de Os Mallos, Aida Antón, asegura que, en la ejecutiva que dirige, hay personas "de todas las sensibilidades políticas, desde votantes de Marea Atlántica a votantes del PP", explica y asegura que, cuando se afilian a la entidad vecinal, nadie les pregunta cuáles son sus ideas políticas ni qué papeleta mete en la urna cuando llegan las elecciones.

Antón hace una lectura poco positiva de la relación de las asociaciones vecinales con el Ejecutivo de Marea Atlántica. Dice que hubo "gobiernos locales que respaldaron más el movimiento vecinal, dándole más subvenciones" y otros que "recortaron estas aportaciones". A pesar de esta afirmación y de ser cuestionada por ella, Antón no quiso desvelar cuáles fueron esos gobiernos que abrieron más la mano con las asociaciones y cuáles aplicaron políticas más restrictivas.

Para esta entidad, su función no es solo "reivindicativa" sino que tiene que tener también una vertiente formativa, cultural y lúdica. "Tenemos que reivindicar los problemas del barrio, pero también hacer actividades y dar facilidades de ocio a los vecinos ya que en los centros cívicos no hay plazas suficientes para todos", explica Antón, que recuerda los "bailes" que se hacían en el barrio años atrás con el soporte de las arcas municipales.

La lucha de la entidad, ahora, está en rescatar el proyecto de convertir el barrio en un distrito universitario. "Lo empezamos a hacer hace dos años, estábamos todos de acuerdo y teníamos mucho apoyo. Ahora está paralizado. A ver si no nos lo echan para atrás", declara

Aida Antón, que muestra su "preocupación" por las declaraciones del jefe de gabinete de Alcaldía, Iago Martínez, sobre el funcionamiento de las asociaciones vecinales, en las que decía que habían sido "cooptadas" por los partidos políticos.

Antón, que fue suplente en la candidatura del PSOE en las pasadas elecciones municipales, dice que las entidades se sienten "ninguneadas" por las administraciones "que tendrían que ayudar" a desarrollar su labor, en referencia al Concello. Defiende que su labor no está politizada y que responde solo a los intereses vecinales, ya que agrupa diferentes sensibilidades.