Transcurridas cerca de dos décadas desde la apertura del primer Centro de Día Frama en A Coruña, mucho han avanzado. Actualmente, tanto las instalaciones de la calle Matadero en pleno Paseo Marítimo, como las de calle Merced en la zona de Los Castro, son un referente en la atención diurna de 140 usuarios dependientes que disponen de más de mil metros cuadrados para realizar distintas actividades.

Desde el inicio, Frama entendió la necesidad de dar cabida a la acción social en estos servicios. Así, hace seis años se creó la Asociación Asistencial Galega de Servizos á Dependencia (AGASDEP) integrada por un grupo de personas unidas en el objetivo de dar apoyo y soluciones a las personas mayores de La Coruña y a sus familias.

Equipamiento y personal

Entre sus múltiples logros destacamos la adquisición de un vehículo adaptado que posibilita garantizar el servicio de desplazamiento de los usuarios y que fue subvencionado por la Diputación de A Coruña y la Fundación Hijos de Rivera. En el día a día el trabajo es intenso por lo que se requiere una atención cualificada. Para ello, cuentan con un equipo profesional de trabajo que posibilita ofrecer servicios de lunes a viernes de 8 de la mañana hasta las 21 horas. Luego de servir el desayuno, las actividades están organizadas en ejercicios de orientación a la realidad, memoria, atención y concentración, lenguaje y escritura, calculo, funciones ejecutoras, laborterapia, animación sociocultural y gerontogimnasia. Entre medias, las pausas para comer, merendar y cenar. Y para concluir la jornada se organizan distintos juegos. Además, los sábados realizar actividades lúdicas para grupos mínimos de cinco personas.

Servicios personalizados

Centrados en la importancia de crear un espacio distendido y familiar, los centros ofrecen estancias mensuales de media jornada con comida, jornada completa así como, estancias de mañanas y de tarde con otras opciones como contratar terapias sueltas de una hora de duración y hasta bonos horarios.

Dependiendo de las necesidades de cada usuario, se utilizan métodos de trabajo diferentes. Una de las actividades más estimulantes se enmarca en el llamado Proyecto Nuba, tal el nombre de la perra que tienen en el centro y que interactúa con los mayores dando y recibiendo caricias y compañía.

Por otra parte, cuentan con una máquina que permite sostener de pié a los usuarios que necesitan ejercitar los movimientos de sus piernas en caso de lesiones. Una terraza con bicicletas es otro de los espacios adecuados para realizar ejercicio mientras disfrutan de vistas al exterior.