Las buenas noticias pasaron a un segundo plano ayer en Novo Mesoiro. Una cita entre vecinos y cargos públicos convocada en el centro cívico para explicar en qué situación se encuentra el proyecto de construcción de un nuevo colegio en el barrio, para el que la Xunta ha consignado este año 627.000 euros, puso de manifiesto las diferencias entre unos y otros por el modelo conveniente de centro educativo. Las familias reclaman un Centro Público Integrado (CPI) que comprenda cursos de Secundaria, las instituciones defienden y planifican ya un Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP).

El choque de preferencias provocó la airada protesta de algún vecino y la desconfianza de una buena parte de ellos y ensombreció la relevancia de los pasos administrativos del proyecto alcanzados, como la puesta a disposición del Concello del terreno donde se construirá el colegio y la aprobación del convenio con la Xunta. El jefe territorial de la Consellería de Educación, Indalecio Cabana, adelantó que esta semana será publicada en el Diario Oficial de Galicia la licitación del proyecto y calculó que la obra estará terminada en 2018.

Pero estos avances resultaron poco significativos para el más de medio centenar de residentes que asistieron a la cita. De hecho, la mayoría se mostraron atónitos por la entrega en directo a Cabana, por parte del concejal de Marea Xiao Varela, del texto municipal que recoge la puesta de los terrenos de Novo Mesoiro a disposición de Educación, un requisito que el jefe territorial explicó que la Xunta esperaba desde el mes de marzo.

Cabana recalcó que el proyecto en el que ya trabaja el Gobierno gallego es un CEIP y defendió que este tipo de centro es el adecuado para el barrio. Gran parte de los vecinos le llevaron la contraria, ya que quieren que sus hijos completen la educación obligatoria en un colegio próximo en el que puedan estudiar hasta los 16 años sin tener que desplazarse a recintos alejados, como ocurre en la actualidad. Por eso su preferencia es un CPI, pese a que este modelo de centros solo se ubican en zonas rurales.

"Un macrocentro para mil alumnos no es el colegio más acertado. Pido a los padres que lo consulten bien con profesores y que piensen qué es lo mejor para sus hijos", reiteró Cabana. Las familias en cambio son partidarias de que, como expuso una representante del ANPA Manuel Murguía, las futuras instalaciones se empleen para dos ciclos de enseñanza, Primaria y Secundaria, y que al mismo tiempo en el recinto actual del CEIP Manuel Murguía en Feáns, que se han ampliado, se destinen aulas a Educación Infantil. El respaldo a esta propuesta fue acompañado de un aplauso de los asistentes.

Cabana se comprometió a trasladar a Educación las demandas vecinales y Varela recalcó que el Concello llevará a cabo los cambios en el plan general necesarios para facilitar la obra, que se realizará en 12.150 metros cuadrados que ocupan los huertos urbanos del barrio. Manel Méndez, en representación del BNG, reclamó la modificación en el proyecto para que se construya un CPI, la socialista Mar Barcón pidió un esfuerzo para decantarse por este modelo de centro, y el popular Francisco Mourelo instó al diálogo entre las instituciones.